Una niña de 13 años fue asesinada en la cochera de su casa, donde vendía dulces, en la colonia Villas de San Juan, en León. Un sujeto le disparó en varias ocasiones.
El ataque armado contra la menor ocurrió alrededor de la medianoche del jueves, sobre la calle Eugenio Arenaza, de acuerdo con información de vecinos. Minutos antes del asesinato se registró una balacera cerca del lugar.
Los primeros reportes indican que un hombre, a bordo de una moto, llegó hasta la casa de la víctima y se bajó para ir directamente a la cochera donde se encontraba la menor atendiendo su puesto de dulces. Al tenerla a la vista, comenzó a dispararle en varias ocasiones para después escapar.
Al ver lo sucedido sus familiares la recogieron ensangrentada del piso y llamaron al 911 para pedir una ambulancia. Minutos más tarde llegaron paramédicos que revisaron a la menor, pero ya no tenía signos vitales.
Las autoridades se encuentran investigando si el ataque fue producto de una venganza contra un familiar de la adolescente, aunque no se dio más información sobre el caso.
Aumentan asesinatos en casa habitación
El caso de la adolescente asesinada en su propia casa no es el primero que se registra en la capital del estado.
La mañana del pasado jueves 19 de septiembre sucedió otro ataque armado similar. Los hechos sucedieron en la colonia Real Providencia, donde dos mujeres y un hombre fueron asesinados dentro de su casa a manos de hombres que llegaron y abrieron fuego contra los habitantes.
Los hechos ocurrieron sobre la calle Altamirano casi esquina con Imperio. Vecinos llamaron al 911 tras escuchar los disparos, pero cuando llegó la policía sólo encontraron en el piso a las dos mujeres -de entre 25 y 30 años- y un hombre.
Elementos de la Policía Municipal de León acudieron al lugar y al inspeccionar se encontraron a un hombre tirado en la cochera de nombre Jorge Alfredo.
Al entrar a la casa también encontraron a Viridiana y María de los Ángeles con heridas de bala, por lo que pidieron apoyo de paramédicos, quienes al revisarlos se percataron de que ya no contaban con signos vitales.
La zona fue acordonada por los policías y quedó bajo resguardo de autoridades para evitar que personas que pasaban entorpecieran las investigaciones, que realizaba personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), quienes llegaron más tarde para hacer el levantamiento de evidencias y los cuerpos de las víctimas.