Cada 12 de diciembre cientos de familias acuden vestidas de Juan Diego o adelitas para visitar a la Virgen de Guadalupe, algunos de ellos como agradecimiento a los milagros que les ha cumplido la virgencita o para trasmitir esta devoción a sus hijos, tal es el caso de la familia Núñez Zedillo, que lleva más de 40 años visitando la Guadalupana en su día.
De acuerdo con Erika Zedillo, cada año comparten con sus hijos la devoción a la morenita, llevándole flores a su santuario en el Centro Histórico de Guadalajara y parte de esa fe, es porque para Erika es un milagro el tener a sus niños.
“Para mí fue difícil concebir hijos y aquí tengo dos, imagínate el agradecimiento […] Muy emocionada cada año, la emoción tan bonita de darle gracias a la virgen por todas las bendiciones que nos da, la protección, el amor de cada año, agradecerle de alguna manera la fe”, mencionó Erika bastante contenta.
Para ella, visitar a la Virgen de Guadalupe es una tradición que tiene desde bebé y ahora que es madre, puede ver esa emoción en sus hijos, porque a ellos también les gusta visitar a la virgencita.
Jorge y Joshua, de 8 años y 11 años respectivamente, demostraron que no hay edad para la fe y devoción, además tienen mucho que agradecer, pero principalmente por la unión familiar y la salud, ahora con la pandemia por el covid-19.
“Le digo que nos cuide todos los días y nos dé mucha salud y ya le digo que cuide a mi mamá y que siga manteniendo así nuestra familia y que nunca nos separemos […] gracias porque nos ha bendecido nos ha hecho milagros y muchas cosas”, dijo Joshua.
Asimismo, la familia Rivera Talavantes lleva cinco años acudiendo a visitar a la virgencita, debido a la salud de su nieto que padece del síndrome de Raymon; hace 7 meses, tuvo una fuerte complicación que ponía en riesgo su vida, pero afortunadamente lo superó y le están infinitamente agradecidos.
“Hace poquito ya no lo contábamos porque se estaba desangrando entonces sí me ha hecho muchos milagros, ahora en mayo de hecho acaba de pasar eso”, mencionó Marisol Rivera.
El pequeño Carlos, le mando un mensaje de agradecimiento a la virgencita por mantenerlo con salud junto a su familia.
“Gracias y felicidades. Felicidades virgencita; te quiero mucho. Gracias por cuidarme”.
Ambas familias coincidieron que es una linda creencia y no hay quien se las quite, por lo que mientras sigan con vida seguirán acudiendo a visitarla y transmitiéndolo de generación en generación.
MRG