Aunque la ilusión estaba puesta en la temporada de lluvias, las presas de Nuevo León se mantienen con niveles excepcionalmente bajos.
Conforme pasan los meses, la sequía se ha ido evidenciando al presentar la acumulación más baja de agua de la última década con un 45.90 por ciento en La Presa La Boca y un 11.7 de llenado en Presa Cerro Prieto.
Durante un recorrido por Presa La Boca, se constató que se redujo un espacio considerable dónde aún se aprecia humedad de lo que antes era parte del escenario que disfrutaban paseantes.
Según las cifras que emitió la Comisión Nacional del Agua, en agosto La Presa La Boca presentó un 65 por ciento del nivel total de su capacidad, en octubre bajó a un 53 por ciento, en noviembre a 46.97 y hasta el corte de este fin de semana, a un 45.9 por ciento.
La situación crítica continúa en el municipio de Linares, en agosto se tenía el 16 por ciento en La Presa Cerro Prieto, en octubre el 14 por ciento, en noviembre el 12.35 y a un mes de diferencia descendió a 11.71 por ciento.
Si bien autoridades buscan alternativas que solucionen esta problemática, el futuro de los ciudadanos en el tema de la escasez del agua es totalmente incierto.
mvls