Las plantas de tratamiento de agua son parte de la solución que especialistas proponen ante la actual situación de escasez en Nuevo León y en diversas partes del país.
El agua tratada ofrece las ventajas de tener siempre disponibilidad, puede ser tratada las veces que sea necesaria y a partir de los residuos se pueden obtener productos con valor económico. En la actualidad, las plantas de tratamiento de Nuevo León (públicas y privadas) tienen capacidad para tratar 20 mil 152 litros por segundo (lps).
La industria puede tratar 4 mil 90 lps y Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey (AyD) tiene la capacidad de 16 mil 162 lps, pero debido a la reducción del suministro se tratan 11 mil 482 lps.
AyD cuenta con 40 plantas de tratamiento y 17 lagunas (sistemas de tratamiento menos avanzado) en funcionamiento, lo que ha colocado al estado de Nuevo León como la entidad número uno en tratamiento residual de aguas en todo el país, al tratar el 97.4 por ciento del agua de uso urbano.
Parte de la solución Juan Ignacio Barragán, director de AyD, apuntó que el uso de aguas tratadas es parte del plan para resolver la escasez de agua que vive el estado, ya que se tiene previsto intercambiar agua tratada por volúmenes de agua concesionada al sector agropecuario.
El director agregó que el agua tratada, entre otras ventajas, contiene nutrientes y su costo es menor que el agua potable debido a que llegaría por gravedad a los ejidos, aunque puntualizó que esto sería posible en zonas cercanas a las plantas de tratamiento.
Barragán también adelantó que habrá una inversión de más de mil millones de pesos para modernizar las plantas de tratamiento y así poder cumplir con la Norma Oficial Mexicana NOM-001-SEMARNAT-2021, lo que les permitirá producir biogás, biosólidos, lodos y fertilizantes que se podrán comercializar y así sanear las finanzas del sistema de agua.
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