La mañana de este jueves el nombre de Marisela Escobedo fue inscrito con letras de oro en el muro de personas ilustres dentro del Congreso del Estado de Chihuahua, a casi 12 años en que fuera asesinada al exterior del Palacio de Gobierno.
Durante la Sesión Solemne se pidió un minuto de silencio en honor a Marisela, se rindieron honores a la bandera y cada fracción parlamentaria emitió un posicionamiento donde de manera general se reconoció la deuda histórica que se tiene con las mujeres en materia de justicia.
Ilse América García, diputada de Movimiento Ciudadano e iniciadora de reconocer a la activista, aseguró que la lucha de Marisela sigue a flor de piel y la comparó con Elisa Griensen, la primera y única mujer que había estado en el mismo muro, quien también enfrentó la indolencia, la apatía y la pusilanimidad de los gobernantes.
“Autoridades, instituciones y políticos le cerraron las puertas a la justicia, esa que gustan de simbolizar cómo una mujer subyugada, ciega y obediente. Y le cerraron las puertas porque vieron que la justicia es una mujer valiente, arrojada y rebelde”, puntualizó.
Reconoció que la situación de las mujeres en Chihuahua no ha cambiado a pesar de los grandes esfuerzos por combatir la desigualdad y no descartó que un caso similar se llegue a dar.
En México, 7 de cada 10 mujeres ha enfrentado violencia por lo menos una vez en su vida y el 44% ha enfrentado violencia por su esposo o pareja.
Quién fue Marisela Escobedo
Marisela Escobedo Ortiz nació en Piedras Negras, Coahuila y se trasladó a vivir a Ciudad Juárez, Chihuahua, en donde su hija Rubí Marisol Frayre Escobedo de 16 años, fue secuestrada y asesinada en 2008.
Desde ese año comenzó su activismo y señaló a Sergio Rafael Barraza Bocanegra como el asesino material, entonces pareja sentimental de su hija, quien emprendió la huida de la fronteriza localidad.
Con recursos propios logró ubicarlo en Fresnillo, Zacatecas lugar en que fue detenido y trasladado a Juárez para su juicio-uno de los primeros orales del país- donde confesó la autoría del crimen e incluso señaló el lugar en que había enterrado a la joven.
A pesar de reconocer su culpa, los jueces declararon inocente a Sergio Rafael y lo pusieron en libertad. Marisela inició a denunciar pública e internacionalmente la injusticia que se había cometido y se dedicó a recabar pruebas para pedir que el ahora ex culpado fuera juzgado nuevamente.
Realizó diversas marchas en Chihuahua y Zacatecas portando como única vestimenta, la foto de Sergio Rafael, cuya sentencia fue apelada por un tribunal de circuito y se le declaró culpable pero él ya estaba en calidad de prófugo de la justicia.
"Si me va a venir este hombre a asesinar, que me venga a matar aquí, enfrente (del Palacio de Chihuahua) para vergüenza del gobierno", dijo en alguna ocasión a la vez que revelaba las amenazas de las que había sido objeto y mientras se instalaba permanentemente frente a la sede del Poder Ejecutivo.
La noche del 16 de diciembre de 2010 fue asesinada por un desconocido en presencia de su hermano. Fue perseguida desde la Plaza Hidalgo y una bala atravesó su cabeza justo frente a la puerta del Palacio de Gobierno.
El 7 de octubre de 2012, la Fiscalía General del Estado de Chihuahua capturó y presentó a José Enrique Jiménez Zavala, «El Wicked», como el asesino de Marisela, pero el hermano de Marisela contradijo esta versión y señaló a Andy Barraza -hermano de Sergio Rafael- como el autor material.
Andy fue declarado muerto en un enfrentamiento en Zacatecas. Sergio Rafael también murió asesinado y jamás pisó la cárcel. “El Wicked” fue encontrado muerto en su celda y aunque de principio se dijo que de un infarto, luego se reveló que otro reo lo mató.
Catalina Ochoa Contreras, Rafael Boudib Jurado y Netzahualcóyotl Zúñiga Vázquez , jueces que absolvieron a Sergio Rafael, fueron suspendidos de sus funciones y enfrentarían un juicio político pero, antes de iniciarse, renunciaron a sus puestos para evadir el proceso en su contra.
JVS