Durante los últimos 8 años, Eva Hernández se levanta a las 4 de la mañana, carga con su hijo Sebastián, quién tiene parálisis cerebral, y recorre, a cómo Dios le da a entender, 35 kilómetros para llevarlo a la escuela en Juárez, Nuevo León.
Es una odisea cansada, pero esta madre de familia de alguna manera saca fuerzas para no cansarse.
“Me levantó a las cuatro de la mañana, nos preparamos y cargo con el niño, para salir a las cinco, si salgo más tarde hay más tráfico, no alcanzó camión y llegaríamos tarde. No puedo dejar de llevarlo todos los días”.
Este es el recorrido para llevar a su hijo a estudiar
Eva y Sebastián viven en la colonia Lomas de Fátima, en Juárez. Camina cerca de medio kilómetro para tomar una unidad de la extensión Ecovía Express que los dejará en la colonia Valle Soleado. Ahí suben a la Ecovía para bajarse en Ruiz Cortines y Félix Gómez y tomar el metro hasta la estación Eloy Cavazos, dónde esperan un camioncito que lo lleva hasta el Instituto Amanecer, en San Pedro.
“A veces no pasa, y entonces tomó un taxi que me lleva hasta San Pedro. Sí es un camino largo, pero en los ocho años que lo he llevado, el niño ha tenido mucho avance, y no quiero que lo pierda”, dice esta madre de familia.
Sebastián nació con la condición de parálisis cerebral infantil. Era un ser inanimado, pero sus clases le han ayudado mucho. Aun así, dice Eva, el niño es una extensión de ella misma, eso la impulsa todos los días a levantarse.
“Sebastián es una extensión de mí misma, si me levanto, ´él se levanta, si como, él come, si yo no hago nada, él no haría nada. A veces es pesado, pero no puedo cansarme, no puedo rendirme”, dice convencida.
Existe falta de empatía en regios al ver a su hijo con su padecimiento
Lamentablemente en el largo camino diario encuentra muchas dificultades y muy poca empatía de la gente.
“Es difícil, he notado que falta mucha empatía de la gente, a veces se molestan porque subimos y pido espacio, pero he comprendido que también él tiene derecho a subir a un camión, aunque a veces la gente se moleste o el chofer haga gestos. Antes lo cargaba, y era más difícil, pero ahora exijo su espacio para llevarlo en su carreola”, explica Eva.
Es por eso que aprendió a exigir el espacio que Sebastián merece en el transporte público.
“Quienes si me ayudan son los guardias de la Ecovía, pero la gente no. Nos miran como si estorbáramos”.
Cada día, esta madre y su hijo recorrerán el mismo camino, porque, aunque el progreso del niño sea lento, es notorio que el tratamiento le hace muy bien y para Eva no se vale cansarse, mucho menos rendirse.
¿Qué es la parálisis cerebral?
La parálisis cerebral afecta la corteza motora del cerebro, la parte de este órgano que dirige el movimiento muscular. Además, causa problemas del movimiento, el equilibrio y la postura. De hecho, la segunda parte del nombre de esta afección, parálisis, significa debilidad o problemas para usar los músculos.
Ciertas afecciones o eventos médicos que pueden ocurrir durante el embarazo y el parto que pueden aumentar el riesgo de que un bebé nazca con parálisis cerebral, como los siguientes:
- Nacer demasiado pequeño
- Nacer demasiado temprano
- Ser gemelo u otro tipo de nacimiento múltiple
- Problemas de salud en la persona gestante (embarazada), como de tiroides
- Tener problemas durante el parto
- Incompatibilidad Rh
- Convulsiones
- Exposición a toxinas
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