Según cifras de la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León, en octubre de 2024 se denunciaron en el estado 164 robos a personas, la cifra más alta registrada en la entidad en los últimos 23 meses.
Según la autoridad, es hasta el mes de noviembre del año 2022 que se tiene una cifra mayor a la de octubre de este año tras sus 191 carpetas de investigación por robo a persona.
Preciso mencionar que, además, en octubre se tuvo un alza en las averiguaciones por este delito del 31.29 por ciento con respecto al mes de septiembre, al pasar de 125 a 164 casos atendidos por la autoridad.
Con base en las estadísticas oficiales, en estos primeros diez meses del año suman en Nuevo León mil 326 delitos de robo a persona, lo que representa un 6.85 por ciento más que los reportados en la entidad del 1 de enero al 31 de octubre del año 2021, tras cerrar ese lapso de los últimos meses de la administración estatal anterior con mil 241 denuncias; y concluir ese año con un total de mil 692.
De ahí el delito de robo a persona subió a 2 mil 42 casos en los doce meses del año 2022, y bajó a mil 569 en el total del 2023, año en que durante sus primeros diez meses se investigaron en el estado mil 321 delitos de robo a persona.
Por último, en lo que va del año 2024 el mes con menos delitos de robo a persona fue junio con 99, y el mes con más casos, hasta ahora, octubre con 164.
¿Qué implica el delito de robo a persona?
El delito de robo a persona implica tomar de forma ilegal y con intención de apropiación bienes o pertenencias de una persona, generalmente mediante el uso de la fuerza, la amenaza o la intimidación. Este tipo de delito, también conocido como asalto o robo con violencia, suele ocurrir en lugares públicos, como calles, parques, transporte público o sitios de alta concurrencia, aunque también puede ocurrir en otros entornos.
El robo a persona incluye los siguientes elementos principales:
Privación de pertenencias ajenas: El delincuente se apodera de objetos de valor de la víctima, como dinero, dispositivos electrónicos, joyas u otras pertenencias.
Uso de fuerza o intimidación: A menudo, el robo se comete mediante amenazas, armas o fuerza física para someter a la víctima y forzarla a entregar sus pertenencias.
Interacción directa con la víctima: A diferencia de otros tipos de robo, el robo a persona implica un contacto directo con la víctima, generando una situación de vulnerabilidad e impacto psicológico.
Comisión en espacio público o privado: Si bien el robo a persona se asocia generalmente con lugares públicos, también puede suceder en otros espacios, como estacionamientos o incluso el domicilio de la víctima.
El delito de robo a persona es castigado por la ley debido a que afecta directamente la integridad y seguridad de los individuos, y en algunos casos, puede derivar en lesiones físicas y traumas psicológicos. La pena depende de la gravedad del acto, el uso de armas y el nivel de violencia ejercido.
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