Francisco Javier Martínez Castillo, obispo auxiliar de la arquidiócesis de Puebla, cuestionó la indiferencia de las autoridades y de todos los sectores de la sociedad, ante el incremento de violencia, asesinatos, feminicidios, robos y, en general, acciones que lastiman a la comunidad.
Al encabezar la misa dominical en la Basílica Catedral de Puebla, Martínez Castillo aseguró que, en la actualidad, está creciendo el dolor entre los integrantes de la sociedad en medio de un desprecio a la vida.
Lamentó que los integrantes de los diferentes sectores de la comunidad en estados como Puebla y, en general, en todo el país, se están acostumbrando y, en algunas ocasiones, hasta han favorecido, a que se presenten o se repitan actos delictivos.
“Víctimas de la violencia sin precedente que vivimos y, donde casi, con indiferencia, vemos cada día, hay más y más hechos violentos, como los asesinatos, los feminicidios, los asaltos, los robos y, cada vez, más cerca de nosotros. Aterradoramente, nos hemos ido acostumbrando al mal”, expresó.
Obispo auxiliar de Puebla lamenta las desapariciones en Puebla
En medio de la violencia, en el estado y en el país, las madres, los padres y los familiares que buscan a sus hijos y seres queridos reportados como desaparecidos, no son escuchados ni apoyados en su lucha, expresó el religioso.
“Es el dolor de Cristo en la cruz, de las madres y padres que buscan a sus hijos desaparecidos y no encuentran respuestas. Es Jesús clavado en la cruz de tantos hermanos víctimas de las distintas adicciones que tanto dolor, pena, sufrimiento y división que viven”, lamentó.
En su mensaje a los fieles católicos, el obispo auxiliar de la arquidiócesis de Puebla aseguró que la sociedad no quiere que se sigan presentando hechos de violencia y agresiones contra las personas; sin embargo, se permiten las faltas de respeto, los insultos, las groserías y los malos tratos.
Para Martínez Castillo, el crecimiento de la violencia y las agresiones se presentan en el marco de una crisis de educación y de cultura, problema que se agudiza ante la falta de valores, el desprecio a la vida y la indiferencia.
“Hechos que no queremos, pero que, tristemente, muchas veces, hemos favorecido cuando permitimos que otros tipos de violencias se hagan presente en nuestro entorno como las faltas de respeto. Ni siquiera un insulto pequeño merece la indiferencia, las groserías, los malos tratos, los desprecios a la vida y la terrible crisis de educación y cultura por la que estamos atravesando”, apuntó.
Piden a poblanos no perder la esperanza, durante la misa dominical
A pesar del panorama complicado, Francisco Javier Martínez Castillo, obispo auxiliar de la arquidiócesis de Puebla, comentó que la esperanza no se puede perder y aseguró que la situación puede cambiar con la participación de cada integrante de la sociedad en la reconstrucción del tejido social y de los valores.
“Transformar las situaciones difíciles y dolorosas, pero no solo con el deseo de poder realizarlo desde nuestras propias fuerzas y capacidades que siempre serán limitadas e insuficientes”, finalizó.
ERV