La hermana de Octavio Ocaña, Bertha Ocaña, reveló amenazas en contra de su madre por parte de la familia del policía involucrado en la muerte del actor tras ser declarado culpable.
La joven señaló que los familiares de Leopoldo policía se acercaron a su madre a las afueras de los juzgados en donde se llevó a cabo la audiencia donde se dio el fallo condenatorio, y amenazaron a la señora sin obtener respuesta.
Sin embargó aseguró que luego de recibir el resultado del juez, que “la justicia sí existe” y se sienten en paz, aunque será durante la próxima semana cuando se conozca la sentencia que deberá cumplir el ahora culpable, quien podría alcanzar hasta 30 años de prisión.
“El corazón se siente muy en paz porque porfis se logró la justicia y finalmente se comprobó que él sufrió de un homicidio doloso y de un abuso de autoridad, y dejarle en claro a la familia de Leopoldo Azuara de la Luz, que se atrevieron a amenazar a mi mamá aquí afuera del penal, que no les tenemos miedo y que sí somos muy chingones y no nos interesan”.
Ana Luisa Ocaña, madre de Octavio, dejo que su hijo no era un delincuente, “entendemos el sentir de la familia, no debe ser fácil que en tu familia exista una persona que la consideran un homicida y lo menos que queremos son más problemas, pero nunca hemos tenido miedo ni la tendremos”.
“Mi hijo nunca fue un delincuente, lo único que hizo fue entretener a millones de personas y fue injusta la forma en la que se fue, pero agradezco a los jueces y a los abogados por la fuerza”.
Bertha Ocaña agregó que aún existe un “cabo suelto”, se trata del policía que manejaba la patrulla, que perseguía a Octavio a exceso de velocidad, que se encuentra prófugo y por quien la fiscalía ofrece 300 mil pesos de recompensa.
“El tiempo nos dio la razón y no es mejor momento que el que vivimos ayer. Octavio era un adolescente que comenzaba a vivir y demostramos lo que pasó”.
Cabe recordar que durante las investigaciones de la muerte de Ocaña se difundieron imágenes del cadáver del actor, las cuales fueron presuntamente tomadas y compartidas por servidores públicos, mismos que fueron detenidos. Esto dio pie a la investigación de la Ley Ocaña.
En octubre pasado los diputados del Estado de México aprobaron por mayoría de votos la Ley Ocaña, que busca sancionar con hasta 12 años de cárcel a aquellas personas que difundan imágenes de cadáveres de forma dolosa y que no tengan intereses científicos o académicos.
Además, hay agravantes de penas de tres a siete años si las personas que cometan el delito son servidores públicos.
KGA