Jesús Arturo Díaz Martínez, director del centro estatal de trasplantes, dio a conocer que los órganos que mayormente aparecen en las listas de espera en la entidad, son los riñones y las corneas, sin embargo, sorprendentemente, durante las últimas fechas, han aparecido numerosos donantes de hígados que han colocado a Durango como una de las entidades a destacar en las urgencias de carácter nacional.
Y es que, acorde a lo mencionado por Díaz Martínez, desafortunadamente, aunque Durango tenga una respuesta positiva en donación de órganos, la falta de programas de retención, así como la contingencia surgida a raíz de la pandemia de COVID 19, ha provocado que estos tengan que ser transferidos a otras entidades en donde su resguardo o colocación es casi inmediata.
“Lo que si valdría la pena resaltar, es que, dentro de la institución, contamos con un excelente personal médico, es personal capacitado que puede desempeñarse a la perfección en cualquier área de trasplante, por su puesto que nuestros nuevos directivos, la secretaria de salud, están tomando, en estos días, el conocimiento de las necesidades, tanto en cuestión de infraestructura como en equipos y también en medicamentos,” reconoció el entrevistado.
De igual manera, el galeno remarcó que, el llevar a cabo este tipo de cirugías u operaciones tienen un costo bastante alto y variable, hablando específicamente de la comparativa entre los hospitales o clínicas privadas y los nosocomios pertenecientes al sector salud, ya que un claro ejemplo de esto seria el trasplante renal que en un hospital privado llegaría a costar entre 300 mil y 500 mil pesos, mientras que en sector salud se realizaría prácticamente gratis.
Por último, Arturo Díaz puntualizó que gran parte de la población donadora, aun no confía en los procesos que la institución lleva a cabo para poder trasladar o remover los órganos de sus familiares, al momento de perecer, por lo que el exhortó es para que los duranguenses se acerquen y conozcan un poco más sobre el tema, ya que la labor que estos prestan ante la sociedad, consiste precisamente en desempeñar un trabajo ejemplar que permita incrementar gradualmente la cultura de los trasplantes de órganos.