La desesperación y el estrés de cualquier persona deberían de culminar por la noche y tener un descanso y sueño reparador, pero para los vecinos de la colonia Topo Chico, en Monterrey, esto es imposible.
Desde hace tres días no tienen energía eléctrica, y por más reportes que hacen ante la Comisión Federal de Electricidad, el organismo les expone que ni siquiera cuentan con el reporte.
Las noches son un suplicio. Doña Evangelina Ibarra, así como cerca de 80 a 100 familias, no pueden descansar. Su recámara se volvió un horno al no poder utilizar aire acondicionado o ventilador. Aguarda la mañana en una incómoda silla de madera que más es una tabla que un asiento para descansar.
Niños, adultos mayores y demás familia no puede conciliar el sueño. Es la 1:00 de la mañana. Han transcurrido cerca de tres horas desde que intenta dormir, pero no lo consigue. Algunos familiares optaron por sacar las camas al patio y con una extensión prestada por un vecino que sí cuenta con luz, encender un diminuto ventilador.
Caen dormidos, más por el calor y la fatiga que por un sueño reparador.
Los vecinos de doña Evangelina no la pasan mejor. Algunos tienden colchas y cobertores en el porche para dormir al aire libre, otros, en la sala con las puertas abiertas. El problema que pensaban era horrendo empeoró, pues el servicio de agua también fue suspendido.
Y por si no fuera poco, el calor cobró una víctima. Una vecina de doña Evangelina murió en su cama en medio de la penumbra de su habitación. El medicamento caducó por la falta de refrigeración y esperan el resultado de la autopsia para saber si falleció a consecuencia de la falta de luz.
Los vecinos de la calle Villaldama, en la col. Topo Chico ya no saben qué es peor: si las noches sin descanso o saber que, al amanecer, las temperaturas serán insoportables. Es un tormento que no cesa, día con día.
Y mientras que las autoridades de la CFE presumen tener la situación bajo control, son los ciudadanos quienes padecen un verdadero calvario.
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