Ramiro Zavala, viajó de Culiacán, Sinaloa, hasta Durango, para acompañar a su hija quien sufre de meningitis aséptica. Espera en la zona de bancas de las zonas urgencias del Hospital 450 de la ciudad de Durango. Se acompaña con una cobija para quitarse el frío mientras espera que mejore luego del infarto cerebral.
Cabe mencionar, que, para este martes, los casos se mantuvieron en 71 y las muertes en 23, en las estadísticas de la Secretaría de Salud del Estado de Durango.
Recuerda que ella se mantuvo estable durante algún tiempo, pero hasta el fin de semana pasado, tuvo el infarto cerebral que hizo perder todo el avance que tenía hasta el momento, lo que fue doloroso.
“Ha estado estable, la semana pasada estaba muy bien. Iba a un 80 por ciento de su evolución. Estaba muy bien, muy estable, platicando y de repente el domingo pasado le dolió la cabeza. Yo estaba en Culiacán, me dijo mi hermana: ‘vente, la niña se puso grave y le pegaron infartos cerebrales’ y nos venimos. Desde entonces está en terapia”.
Confiesa que, a pesar de no estar juntos, hay una buena relación de amistad, y es por eso que realizó el viaje para estar en los días complicados.
Para él, la esperanza es lo más importante en estos momentos, porque a pesar de las recaídas, considera que ella estará bien. Aunque, teme las secuelas que pueda tener ella tras superar lo complicado porque en un momento puede estar consciente y luego se las lleva la enfermedad.
“Ahorita estamos bien, en un momento le cambia la vida a su reacción y evolución, porque de ante mano, no sabemos ni qué. Ya había habido familiares, desgraciadamente ella está de repente bien, y luego se la come la enfermedad. Porque no hay una cura”, agregó el padre de la paciente con meningitis.