El mejor regalo para Feliciano sería recibir un abrazo de sus hijos este día del padre, algo complicado porque ellos viven en Veracruz con su mamá.
En su afán de darles un futuro mejor, Feliciano salió de su casa para trabajar en Monterrey, y en el pueblo quedaron su esposa y sus tres hijos.
Feliciano Domínguez Bernardino es el chef de una cafetería ambientada en los 50s, recientemente inaugurado en una panadería centenaria al centro de la ciudad. Trabaja duro, porque, aunque por el momento no esté con sus niños, siempre los lleva presentes y cada día al finalizar la jornada habla con ellos.
Cada día prepara molletes, machacado, almuerzos, pensando en el día que pueda hacerlo para sus hijos, pero están lejos, y por ahora solo puede abrazarlos y jugar con ellos dos veces al año, cuando tienen vacaciones.
Siempre piensa en sus hijos, Gloria, de 7 años, Lizbert, de 5 y el pequeño Israel, de uno. Pero sabe que su esposa Norma Edith los cuida, y juntos esperan el momento de volver a estar juntos.,
Si fue difícil tomar la decisión de emigrar solo, mucho más duro es no estar con ellos mientras crecen.
Este día del padre Feliciano la pasará trabajando en Monterrey mientras sus hijos seguirán en Veracruz, pero, aunque físicamente estén lejos, el lazo del amor los hará sentir muy cerca.
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