Las ganas de salir adelante llevaron a un padre de familia y su hijo a crear su propio negocio.
Esta es la historia de Sergio y Jesús, un padre y su hijo que después de abrir su propia panadería, reinventaron por completo el tradicional pan de muerto y juntos crearon la ‘Dona muerta’.
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Sergio es un emprendedor saltillense que a los 13 años aprendió el oficio de la elaboración de pan dulce y desde ese entonces se dedicó al negocio del pan, trabajando bajo el yugo de otras empresas pero siempre teniendo en mente el sueño de abrir su propia panadería.
52 años más tarde por fin ha cumplido su sueño en compañía de su hijo, quien con orgullo sigue sus pasos.
“Mi oficio lo aprendí a los 13 años y ya después de ahí empecé a trabajar en varias panaderías, fueron muchas en las que trabajé aquí en Saltillo, entonces ya me decidí a hacer mi propio negocio porque realmente me la pasaba casi en el trabajo, en las panaderías y estaba muy poco en mi casa, con mis hijos y mi esposa, entonces me decidí a hacer mi propio horno, ahorita somos una microempresa, vamos empezando, tenemos un mes y medio de haber empezado en la panadería ‘La Italiana’”, explicó Sergio Sánchez Ríos.
Con un horno hecho a mano, una freidora, charolas y estanterías, Sergio dio inicio a su sueño con ayuda de Jesús, quien deseaba crear una nueva pieza de pan dulce que combinara los sabores de temporada.
Por lo que juntos terminaron creando una deliciosa dona con sabor a pan de muerto, la cual está conformada con tiras sabor chocolate que representan los huesos y el cráneo que caracterizan al tradicional pan de muerto, misma que es vendida a través de redes sociales y en su panadería ubicada al interior de la colonia Villas de San Lorenzo, al sur de Saltillo.
“Quiero seguir los mismos pasos de mi padre, con tanta experiencia que tiene yo también quiero aprender cosas nuevas como la Dona Muerta. Le pusimos así porque es una dona con sabor a pan de muerto, estas dos piezas son lo que más me gustan a mí, entonces estuve pensando en cómo sacar una pieza que se relacione con las dos”, señaló Jesús Alejandro Sánchez.
¿Cuál es el origen del pan de muerto?
La cultura mexicana desde hace miles de años no ha dejado de sorprender a los extranjeros por la peculiaridad de las acciones que se realizan. Así ocurrió durante la época de la conquista, en donde los españoles quedaron horrorizados al ver que en las ceremonias religiosas de los indígenas, éstos acostumbraban realizar sacrificios humanos.
Fue tanto el impacto que esta acción por parte de nuestros antepasados generó en los españoles, que éstos decidieron elaborar un pan de trigo bañado en azúcar pintado de rojo que simbolizaba un corazón y la sangre del sacrificado.
¿Qué significa el pan de muerto en la ofrenda?
Aunque el verdadero significado del pan de muerto puede ser incierto debido a las diversas teorías existentes en la tradición mexicana, hay quienes aseguran que este pan está hecho de la siguiente manera:
Forma circular
La forma circular representa el ciclo de la vida y la muerte, haciendo referencia a la celebración del 2 de noviembre y la llegada de los difuntos al mundo de los vivos.
Huesitos en el pan
Las peculiares formas que se encuentran en la parte superior del pan y que coloquialmente conocemos como ‘huesitos’ en realidad representan los cuatro puntos cardinales consagrados a los distintos dioses: Quetzalcóatl, Tláloc, Xipe Tútec y Tezcatlipoca.
Asimismo, hay muchas personas que aseguran que sí se trata de una representación de los huesos del difunto, mientras que otros más señalan que son las lágrimas de los que ya no están.
Sabor
El característico sabor a azahar y naranja que tiene el pan de muerto representa la entrada al inframundo y también se asocia con el uso de la famosa flor de cempasúchil en el altar y el puente que conecta a los vivos con los muertos.
KM