La Doctora Rocío Villa, nieta de Francisco Villa presentó su libro “Betita Rentería y los Baúles de Pancho Villa” donde relatan cómo el general fue visto desde los ojos de su último amor, durante el programa ‘Cambios’ dirigido por Miguel Ángel Puértolas.
“Cuando yo era chica era muy difícil imaginarme la figura de Francisco Villa para mí era algo que no tenía demasiada trascendencia pero con el tiempo y cuando comencé a escribir acerca de él recordé lo que me decía mi abuela empezaba yo admirar, pero después de leer y leer acerca de lo que dicen de Francisco Villa me doy cuenta que fue el brazo armado de la revolución mexicana y los mismo historiadores le dan un papel preponderante”, explicó.
Rocío Villa, relata que su abuela fue quien la impulsó a querer saber más sobre Francisco Villa pues guardaba un baúl con vestigios del general en los que había ropa, fotografías y hasta pistolas, que cada que lo abría y sacaba un objeto platicaba una anécdota diferente que la hacía estremecer hasta las lágrimas de tanta emoción.
“Yo llegué con ella a los 10 años, mi papá me dijo que la fuera acompañar porque mi tío Hipólito se fue a Chihuahua, vivía con ella, entonces me dijeron ¿quieres irte con ella? y le dije que sí. Ella tenía tres baúles y ahí tenía todos los recuerdos de Pancho Villa. Ella los abría y me los contaba, me enseñaba sus camisas, sus pistolas, y ella tenía dos caras de amor donde Pancho Villa le escribía con lápiz y papel cuadriculado y para ella era una nostalgia muy grande cuando las leía”, explicó.
Sus abuelos se conocieron en Parral Chihuahua, Betita Rangel con apenas con 23 y él con 41 según Rocío Villa quien relató que cuando Pancho Villa entró al pueblo de Juárez en Chihuahua vio a Betita Rentería e instantáneamente quedó enamorado. A partir de ahí, el general decidió luchar por su pueblo hasta la muerte junto a su última esposa.
“Se cambia a Pancho Villa cuando se van de su casa y cómo se dedicaban al bandidaje se ponía distintos nombres, de repente eol decide ponerse Francisco Villa porque su papá le había contado que era hijo legítimo de Jesús Villa una persona de Durango que fue el papá de su papá entonces toma el apellido de su abuelo y el nombre lo sacó de la parroquia donde fue bautizado y ya después así quedó en todos los registros”.
Aunque su amor no perduró por muchos años, la abuela de Rocío Villa siempre resaltó que Francisco Villa dejó su vida de bandolero a los 33 años de edad, luego de conocer a Abram Gonzales C. primer Secretario de Gobernación de Francisco I. Madero quien en aquel entonces lo convenció de luchar por la justicia, dedicando 23 años de su vida, de los cuales 10 fueron exclusivamente a la lucha de la revolución.
"Él le dijo que iba a regresar pronto, él estaba muy preocupado porque ella tenía datos de gestosis y casi no se podía mover, entonces él se va “Voy a regresar pronto”, se fue porque el general Obregón le dijo que le iba a enviar dinero para las vacaciones de los maestros pero le pidió que fuera personalmente pero ya le tenían la trampa (...) Villa se va muy confiado y va regresando y lo asesinaron en Parral”, comentó 6:15
Fue a partir de sus abuelos que Rocío Villa decide escribir “Betita Rentería y los Baúles de Pancho Villa” además de que este año se cumplió el aniversario luctuoso número 100 de Julia Cuellar, creadora de talleres de literatura y quien colaboró en los textos detalló que más que un libro para el general es una oda a las mujeres como Betita Rangel, que se arriesgan a tomar decisiones y que son capaces de transformar realidades.
“Betita igual, se enamoran tiene la relación epistolar pero el día que el general le dice no vamos ella solo tiene una opción es irse o decir aquí se acaba porque el general así se la planta, y Betita se va. Entonces yo digo que este libro es maravilloso, van a conocer a una mujer fuerte que toma decisiones y una mujer que le pone límites a Pancho Villa” , comentó.
Con este libro se abren memorias oficiales de un hombre y una mujer que nunca escondieron la mirada.
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