Jaziel Torres Flores y Héctor Germán García Bautista decidieron casarse pero de una manera diferente. Ambos se unieron para siempre teniendo a Diego Armando Maradona como testigo único de su amor, convirtiéndolo en su líder celestial y capitán bajo el que se juraron amor eterno.
El matrimonio es el primero en primera boda que se celebra en la Iglesia Maradoniana de México, ubicada en San Andrés Cholula, en Puebla, donde el director técnico espiritual, Vicente Avendaño, los unió en matrimonio con el cobijo de 'La Mano de D10S', proyecto que surgió de la mano del mexico-argentino Marcelo Buchet.
"Recibe esta medalla y este balón como símbolo de la solvencia económica del hogar para poder así satisfacer nuestras necesidades siempre en nuestra casa y en el estadio, el mundo unido en un balón, frase México 86' que nos enseña la importancia de la unión. Unimos nuestras manos en este esférico como muestra de vinculación que tendremos siempre en nuestras vidas, teniendo como pilar de nuestra existencia el respeto y la comunicación, elementos que profundizaremos con el lazo que hoy nos colocan", fue el mensaje que tanto la novia y el novio se dijeron el uno al otro.
Usando algunos mensajes que Maradona compartió en vida y realizando cánticos para honrar a su memoria futbolística, la pareja dijo "sí, acepto", con el que se comprometen a permanecer juntos en lo bueno, lo malo, "los tiempos extras y los penales de la vida", así como en el hogar, el estadio y la tribuna.
"Bajo el incansable ánimo, no una bendición eclesiástica, sino el amor que ustedes se profesan, les deseo lo mejor y bajo este rito maradoniano los declaro marido y mujer", relató Avendaño. Acto seguido, la nueva pareja de esposos cristalizó su unión con un beso y dedicarán su vida al cuidado mutuo y de sus tres hijos de 15, 11 y 7 años.
Posterior a la misa maradoniana la feliz pareja abandonó el recinto en motocicleta para acudir a su recepción, en la que también contraerán matrimonio pero bajo las leyes civiles de Puebla.
El amor al futbol: la chispa del matrimonio entre Jaziel y Héctor
Previo a la celebración de la boda TELEDIARIO Puebla platicó con la pareja, la cual aseguró que no hubo imposición por parte de ninguno y ambos estuvieron de acuerdo en tener a 'El 10' como principal testigo de su boda, ya que son apasionados del fútbol.
Héctor, de 38 años y nacido en Celaya, Guanajuato, fue quien tuvo la iniciativa de este peculiar entrelazamiento.
"Me parecía el lugar indicado para hacer de nuestra boda algo diferente. Sin duda se trata de un compromiso único y diferente, de mucho amor. Siempre me gustó la idea de fraternidad y amistad propuesta por esta iglesia. El fútbol para mí es una religión muy importante porque tiene feligreses de todas partes del mundo", declaró.
Fue su ahora esposa quien de inmediato aceptó la propuesta, reafirmando que en la vida de ambos el balompié ha sido un elemento fundamental. De hecho, la propia señora de García cuenta que desde que era pequeña su padre le inculcó el gusto por el fútbol, e incluso formó parte de las fuerzas básicas del Club Puebla.
"Siempre estuve en partidos, en varios campos, en los estadios. Crecí en medio del fútbol y esta boda me llena de alegría, especialmente porque es una muestra de que compartimos algo que nos encanta a ambos", comentó.
La ceremonia, a la que fueron invitados sus familiares más cercanos, contó con algunos elementos propios de las bodas convencionales, pero también tuvo elementos que enaltecen la trayectoria futbolística del campeón del mundo en México 1986, como una réplica de la Copa del Mundo, una bandera argentina y la camiseta de Boca Juniors.
Las familias de la pareja futbolera se rigen por los mandamientos de la iglesia católica, sin embargo, nunca mostraron oposición a esta fiesta nupcial, al contrario, tan es así que la madre de la novia no solo les acompañó, sino que se dispuso a colocarles el lazo con el cual ella misma se casó años atrás.
Desde que se fundó la Iglesia Maradoniana, se aclaró que su propósito era brindar un espacio de reflexión y mera camaradería para todos aquellos a los que enamora la pelota, además de servir como un centro de acopio de víveres para los más necesitados.
A este par de enamorados se les concedió dicho espacio para el rito sin mayores complejidades. Héctor Germán contó que siempre hubo disposición por parte de Buchet para el casamiento.
"Siempre se nos dijo que la iglesia era nuestra y podíamos decorar como quisiéramos. En realidad no había mucho que agregarle porque de por sí ya tenía un toque único. Solo nos pidieron una despensa que se entregará después a gente de escasos recursos".
AGA