Millones de peregrinos han comenzado a llegar desde distintos pueblos de México a las inmediaciones de la Basílica de Guadalupe, en la Ciudad de México, para festejar el cumpleaños de la Virgencita , que se celebra el próximo 12 de diciembre.
La Basílica de Guadalupe es visible a kilómetros de distancia. Su cuerpo es redondo y sobre su techo hay una estructura que simula el manto de la Virgen. Esto envía un mensaje: Ella cobija a todos, tal y como siente Yamilleth.
Los mexicanos conocen la zona como “La Villa” y a su alrededor el movimiento no cesa. Por sus accesos peatonales fluyen peregrinos locales o extranjeros. Lo mismo llora un bebé desde su carriola que un anciano apoyado en su bastón.
Son casi una decena. Visten túnicas de colores, sombreros que parecen tambores y máscaras de hombres barbados. Mientras avanzan interpretan un baile que surgió como una especie de burla hacia los conquistadores.
La Basílica actual es el edificio más nuevo del complejo. Data de 1976 y, según el gobierno de Ciudad de México, el 12 de diciembre pasado recibió a 3.5 millones de fieles que celebraron la aparición de la Virgen hace casi 500 años.
Un manto que cuelga al centro del recinto es la prueba del milagro. Desde ahí, como alguna vez miró a su Juan Dieguito, la Virgen de Guadalupe observa al resto de sus hijos. La protege un vidrio que ha resistido atentados y se la puede ver a pocos metros desde una banda móvil que pasa bajo sus pies.
La fe con la que buscan rendirle homenaje a Nuestra Señora de Guadalupe puede verse en los rostros de las y los viajeros que han acudido en señal de festejo.
Tal es el caso de Yamileth, quien en su voz no muestra ni un sólo rastro de duda, pues, según ella, una vez más, la Virgen de Guadalupe la salvó, luego de que extraviara su teléfono celular y como un milagro lo encontrara minutos después.
“Ayer que salimos de ver a la Virgen yo andaba con mi teléfono y no sé cómo lo perdí… Marcamos al número mío y gracias a Dios una señora contestó", indicó en entrevista para AP la mujer peregrina.
Éste no es el primero ni el más importante de los favores que Yamilleth Fuente dice haber recibido de su Virgen. Por eso, como millones de devotos, esta salvadoreña de 49 años viajó miles de kilómetros para visitar la Basílica de Guadalupe, que resguarda la aparición mariana más importante de México.
Una explanada a espaldas de la Basílica parece un estacionamiento de casi cien mototaxis. Junto a los vehículos, también se encontraba Abraham García, dueño de uno de estos medios de transporte, quien dijo a AP que cada año acude a rendirle homenaje a la Virgencita.
“Cada año venimos a darle gracias a Dios, a la Basílica, a la Virgencita, y para que nos ayude”, explicó García.
¿Por qué la gente es tan devota a la Virgen?
La veneración del manto es uno de los objetos de estudio de la doctora Nayeli Amezcua, académica de la Escuela Nacional de Antropología e Historia.
“Tiene que ver con la importancia de la materialidad en el catolicismo”, refirió la académica a AP. “Es una religión muy sensorial… De muchos objetos a través de los cuales se transmite lo sagrado”.
La experta indicó que en el siglo XVI había más de una manifestación de la Virgen María, como la Virgen de los Remedios, pero no todas se insertaron en la sociedad con la misma fuerza.
Hay varias hipótesis, apuntó Amezcua. Un factor es la potencia de la imagen: la Virgen que se le aparece a Juan Diego está embarazada, con el elemento divino dentro de ella y tiene voluntad propia. La otra se relaciona con los sacerdotes que se hicieron devotos e impulsaron el culto más allá de su área geográfica.
Además, está el milagro. De acuerdo con Amezcua, los santos más importantes de la Iglesia Católica son los más milagrosos, y eso es lo que permite que ésta siga en una suerte de competencia con otras religiones como el pentecostalismo.
RG