Al amanecer de este lunes 8 de diciembre los habitantes de la junta auxiliar de Santa María Xonacatepec en Puebla iniciaron una travesía que, aunque conocida, nunca deja de conmoverlos: la peregrinación hacia la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México.
Con paso decidido y espíritu sereno, decenas de fieles se congregaron frente al templo principal. Algunos portaban estandartes bordados por manos familiares; otros, ramos de flores frescas y pequeñas imágenes de la Virgen Morena. Todos unidos por un mismo propósito: agradecer, pedir y renovar su fe.
Al abandonar el pueblo, las calles se colmaron de aplausos y despedidas. Vecinos que no se sumaban a la caminata salieron a ofrecer agua, bendiciones y palabras de aliento para el largo recorrido.
Durante los próximos días, los peregrinos enfrentarán kilómetros de asfalto, polvo y devoción hasta alcanzar su destino. Frente a la imagen que ha forjado la fe de generaciones, concluirán un viaje físico y espiritual.
Los caminantes de Xonacatepec esperan llegar este miércoles 10 de diciembre a los pies de la Morenita, llevando consigo las peticiones, agradecimientos y esperanzas de toda su comunidad.
Tras la visita y un merecido descanso, emprenderán el regreso al día siguiente en autobús, fatigados en el cuerpo pero con el espíritu renovado. Cada uno vuelve con la certeza de que esta travesía deja huellas más profundas en el corazón que en los pies.
- Comunidad
Su objetivo final es estar de vuelta en su parroquia el viernes 12 de diciembre, día de la festividad Guadalupana, para asistir a misa junto a sus familias y vecinos. Para los habitantes de Xonacatepec, peregrinar no es solo avanzar; es un encuentro consigo mismos, un acto de gratitud y un regreso a casa con el alma iluminada.
Así es como los peregrinos poblanos refuerzan su fe cada año al visitar la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México.
AGA