Los 43 perritos de la raza pomeriana que fueron rescatados de un inmueble que era utilizado como criadero presuntamente ilegal, fueron localizados en malas condiciones por lo que se encuentran bajo observación médica y no en adopción.
Lo anterior lo aclaró la rescatista independiente, Cristina Marmolejo, quien fue quien dio aviso a las autoridades del lugar que se utilizaba para reproducción y venta de dichos animales.
"Estos 43 se recibieron pésimas y malas condiciones están muy maltratados de su pelaje, algunos bajos en peso otros con sobrepeso".
"Están todos con nudos en su pelaje, su cabello es quebradizo, seco, tienen alopecia, la gran mayoría problemas en la piel, se presentaron con diarreas, infectados de pulgas y garrapatas, uñas largas".
"Todos están siendo atendidos, ninguno puede estar ahorita ni en mi casa, ni en la casa de nadie, no se pueden dar en adopción porque legalmente están en un aseguramiento".
Los animales están temporalmente bajo su tutela, sin embargo, al término del proceso legal, serán las autoridades quienes determine quién ser hará cargo de ellos.
"No están repartidos, no están perdidos o cómo se mencionan redes que, hasta desaparecidos, no. Todos están bajo la tutela mía y atendidos todos en clínicas veterinarias y por excelentes médicos".
La rescatista recomendó a la ciudadanía que, en caso de conocer un criadero clandestino, lo denuncie directamente a las autoridades y no en redes sociales, porque de esta manera sólo se alerta al maltratador.
"Lo ideal es que no se hagan denuncias en redes sociales se busque hacer de forma anónima con tanto con autoridades como con alguna protectora o rescatista independiente como lo soy yo, y nosotros empezar a ver cómo tomar las medidas y apoyar en ese tipo de denuncias, de cuándo son denuncias muy grave te digo en ese tipo de temas es alertar solamente el maltratador y no se puede hacer nada".
Tras el aseguramiento de los canes, el inmueble ubicado en el Centro de Monterrey, fue clausurado por la Secretaría del Medio Ambiente pues detectaron diversas irregularidades como carencia de atención veterinaria, condiciones de higiene y estancia inadecuadas, además de no contar con el registro requerido para llevar a cabo dicha actividad, ni con el certificado de procedencia de cada uno de los animalitos.
jvl