Perrito asesinado en Tecámac no era callejero; se llamaba ‘Scooby’ y sus dueños exigen justicia

Roberto, de ocho años, recordó que tomó la patita de Scooby cuando éste ya respiraba con dificultad antes de morir; su madre recordó que el pequeño rescató al lomito de ser sacrificado.

Scooby acompañaba a Roberto, de ocho años, a todos los mandados que le pedían. / Juan Camacho
Tecámac, Estado de México. /

Roberto, de apenas ocho años, vive en el pueblo de San Pablo Tecalco, municipio de Tecámac, Estado de México, y el 28 de mayo salió junto a su perro a comprar un jabón; sin embargo, su mascota se despegó de él y fue asesinada al ser lanzada a un cazo con aceite hirviendo.

De acuerdo con el menor, "Scooby" era su mejor amigo. Cuando lo mandaban a cumplir con un mandado, como el domingo 28 de mayo, el can lo acompañaba para cuidarlo. Sin embargo, esa mañana, tras perder de vista a su perro, escuchó un llanto, que lo hizo salir rápidamente a buscarlo.

“Fui a comprar un jabón y escuché un grito de mi perro y cuando me subí a mi bici ahí estaba él”, dijo.

Pese a que acudió inmediatamente para tratar de auxiliar a Scooby, éste murió por sus heridas poco tiempo después. Ahora, el pequeño de ocho años recuerda que le pudo tomar su patita antes de que perdiera la vida.

“Todavía estaba respirando poquito, pero ya no aguantó y se murió. Con un papel lo agarré de su patita”, dijo con tristeza.

Ante el terrible asesinato del que Scooby fue víctima, Roberto pidió ante los medios de comunicación cuidar a los animales, en este caso a los perros, pues los calificó como unos buenos guardianes.

“Yo pediría que no mataran a los perros, porque ellos te cuidan y tú los tienes que cuidar”, explicó.


Scooby, un perrito que fue salvado de ser sacrificado

Hace años, la familia de Roberto no tenía en sus planes tener un perro. Sin embargo, los Martínez se encariñaron con el lomito por su nobleza y la seguridad que le daba a cada uno de sus integrantes, quienes habitan en un municipio con altos índices de inseguridad.

La madre de Roberto, Lucía Martínez, recordó que el pequeño de ocho años y Scooby se conocieron cuando el lomito iba a ser sacrificado por autoridades de Tecámac. No obstante, logró rescatarlo y, desde entonces, el can había sido un miembro más de la familia.

“A ese perrito lo iban a matar pero mi hijo cómo le gustan los perritos les dijo que se lo regalaran. Estaba muy bonito. Se parecía como un lobito y estaba para que cuidara en la noche”, comentó.

De acuerdo con Lucía, la última vez que vio con vida a Scooby fue el 27 de mayo, cuando le dio de comer y lo dejó descansando. Además, indicó que todas las mañanas lo acariciaba y lo dejaba salir a correr con otros perros del pueblo.

“Todas las mañanas me empezaba a acariciar y se salía para correr con todos los animalitos”.


Dueños de ‘Scooby’ exigen justicia

La madre de Roberto afirmó que, en un principio, las autoridades municipales de Tecámac le solicitaron no presentar una denuncia, asegurándole que el dueño de la carnicería en la que fue asesinado Scooby iniciaría la investigación ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM).

“No se puede quitar del pensamiento del perrito porque nos encariñamos. Lo vimos atrás de la carnicería todo quemado y por eso no me puedo sacar eso de la cabeza”.

Por ello, la madre de familia pidió, tras la captura de Sergio ‘N’, que se haga justicia por Scooby, lomito que ya no podrá acompañar a Roberto o salir a jugar con los otros perritos cada mañana.

“Yo quiero que se haga justicia por el perrito, porque él no tiene la culpa. No puede hablar como uno y la mera verdad quiero que se haga justicia”.

​KT

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