Desde mediados de junio en el municipio de Valles, en San Luis Potosí se reportó que no funcionaban los equipos de climatización en las instalaciones de la Delegación Séptima de la Fiscalía General del Estado.
Debido a la descomposición de algunos cadáveres en el área del Servicio Médico Legal, empleados y usuarios tuvieron que soportar olores nauseabundos dentro de las oficinas, en los pasillos, e incluso en los estacionamientos.
En días pasados la sensación térmica superó los 50 grados centígrados en la región debido a la ola de calor que azotó a gran parte del territorio nacional.
El personal de la Delegación de la Fiscalía tuvo que usar ventiladores de pedestal para mitigar el calor dentro de las oficinas y dispersar un poco los fétidos olores.
“No tenemos aire acondicionado, sí hay ventanas, pero está caliente… existen refrigeradores especiales que por el momento no sirven, a veces entran cuerpos que ya vienen putrefactos, meten a los que no están reconocidos o a los que todavía no vienen por ellos, allí se quedan un tiempo… pues huele feo, es el olor y el encierro más que nada porque hace calor…”, narró una asistente de la Fiscalía General del Estado.
Incluso, los empleados de la Fiscalía en Ciudad Valles mantuvieron apagadas las luces de los cubículos para aminorar un poco la sensación térmica.
En este inicio de semana finalmente los aires acondicionados volvieron a funcionar, y los fétidos olores cedieron. Sin embargo, en meses anteriores ya se había reportado una situación similar, donde los cadáveres en descomposición causaban asco y un foco de infección.
Cabe señalar que en los sanitarios de uso común no hay insumos para el aseo de las manos; no hay jabón, ni papel sanitario, y las tomas de agua se encuentran en mal estado. La suciedad y la falta de mantenimiento está a la vista de todos.
Se buscó a Juana Irma Azuara Lárraga, titular de la delegación VII de la FGESLP, pero no fue posible entrevistarla.
FGAV