A una semana de haber dado a luz, la señora María Yolanda comenzó a presentar un cuadro clínico que reunía todas las características del padecimiento de Meningitis Aséptica, su esposo, Jesús Moreno, decidió actuar de manera inmediata, llevándola de nueva cuenta con los doctores que se encargaron de atender su parto, lamentablemente, ninguno de estos le brindaría una solución eficaz.
Desesperado por el sufrimiento de la señora García, don Jesús, decidió comenzarla a internar en distintas clínicas, esperanzado en que alguno de estos galenos pudiera salvarla de su enfermedad, hasta que finalmente en el hospital La Paz, el diagnostico fue atinado y posteriormente procedería la colocación de una válvula que pudiera comenzar a extirpar el líquido que comenzaría a comprimir su cerebro.
Al no contar con el recurso suficiente para poder pagar la intervención de su esposa, don Jesús, abiertamente agradece la intervención del Doctor Grijalba, quien decidió realizar la operación de manera gratuita en el hospital 450.
Posteriormente una vez que la paciente logró ser internada, los dolores continuarían afligiéndola a ella, a su esposo, a su hijo de 8 años de edad y a su bebé de tres meses que ha tenido que empezar su vida sin su madre a lado.
Sin un equilibrio económico para poder sobre llevar los gastos alimenticios, el mantenimiento de hogar, el transporte hacia el hospital y todos los derivados del internamiento, Jesús Moreno, solicita una indemnización al hospital San Carlos y a todos los involucrados responsables del contagio de su mujer.
Buscando culminar con el sufrimiento de su cónyuge, Don Jesús pide a las autoridades del Hospital 450 atender de manera inmediata a todas las mujeres y hombres que arriben con estos síntomas, ya que la probabilidad de que sobrevivan es muy baja.
Por último, la familia Moreno García emitió un importante mensaje para las más de 60 familias perjudicadas por la actual contingencia médica, el cual, incita a no bajar la guardia y no dejarse invadir por el miedo, ya que, deben de luchar por salir adelante para así poder volverse a encontrar con sus hijos recién nacidos.