El 17 de enero de cada año, los católicos acostumbran a llevar a sus mascotas a bendecir a la iglesia como celebración por el Día de San Antonio Abad, conocido como 'El santo protector de los animales'.
Con motivo de su fiesta, en dicha fecha se bendice a los animales domésticos, y también en los campos a los animales de establo. Se dice que esta tradición nació en la época medieval, cuando los Antonianos (monjes de San Antonio) criaban cerdos que los campesinos les donaban, y los utilizaban para alimentar a los pobres, además de elaborar ungüentos medicinales con la grasa de estos combinada con hierbas medicinales.
De hecho, San Antonio se convirtió primero en el santo patrono de los cerdos; este animal, por tanto, se repite muchas veces en la iconografía de San Antonio Abad, que a menudo se representa con un cerdo a sus pies o un cerdito en brazos.
El amor a los animales que San Antonio tenía y demostraba, es una de las razones principales por las que se le reconoce en la iglesia católica como el santo protector de los animales.
Otras leyendas sobre el origen de este día
Hay diversas historias acerca del origen de la tradición del Día de San Antonio Abad, y una de ellas cuenta que: mientras él viajaba por los alrededores del mar, una cerda puso un cerdito enfermo a sus pies, el Santo lo curó con la señal de la cruz y desde entonces el cerdito se convirtió en su compañero inseparable.
Otra leyenda habla sobre que el santo protector de los animales descendió al infierno para enfrentarse a Satanás y salvar algunas almas y, para distraer a los demás demonios envió a su cerdito a causar estragos, y San Antonio aprovechó para robar el fuego infernal y dárselo a los hombres.
MLMG