El día del migrante celebrado el 18 de diciembre de cada año fue proclamado por lo Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con la finalidad de llevar a cabo un intercambio de experiencias y oportunidades con los diferentes países del mundo, respetando también los derechos de cada persona e impulsando la colaboración de los individuos a causa del aumento de flujos migratorios.
Este día fue propuesto el 4 de diciembre del año 2000, tomando en cuenta que 10 años antes también había sido aprobada la Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares.
Según la Asamblea General de la ONU, la migración es considerada como una contribución positiva en el desarrollo de los países de origen y los países de destino, fortaleciendo la cooperación internacional. Así se dio a conocer durante el Diálogo de alto nivel sobre la migración internacional y el desarrollo realizado en 2006.
En 2016, los estados miembros de la ONU adoptaron un conjunto de compromisos a los que se les conoce como la Declaración de Nueva York para los Refugiados y los Migrantes, que reconoce la contribución positiva que hacen los migrantes al desarrollo sostenible e inclusivo y se compromete a proteger la seguridad, la dignidad, los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos los migrantes independientemente de su estatus migratorio.
Gracias a la Declaración de Nueva York para los Refugiados y los Migrantes se acordó cooperar en la elaboración de un pacto mundial para una migración segura, ordenada y regular, para que cada migrante pueda obtener una vida plena, libre de discriminación, y fortalezca sus derechos humanos y laborales en el país de destino.
Estudios realizados por la Organización Internacional de Migración, demuestran que los migrantes aportan desarrollo e innovación, por lo que hoy en día son considerados como pieza importante en el bien común de los diferentes países del mundo.
KM