Lo que sería un masaje relajante, se convirtió en una tortura para Jerónimo Ramírez, quien desde el 23 de noviembre sufre la inmovilidad del lado izquierdo de su cuerpo, tras ser “tronado” erróneamente en el baño de vapor ‘Villa Frontera’, ubicado en la colonia del mismo nombre en Puebla.
Desde entonces, Jerónimo ha recibido terapia para mejorar su movilidad con ayuda del médico internista Octavio Arroyo, pero los administradores del lugar no se han hecho responsables del pago de gastos médicos.
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“Llego a los baños, tengo mi ticket todavía… Me bañé, me metí al vapor y le dije que si me podía tronar. Me acuerdo que me puso un trapo, y de ahí me jaló, pero desde que me jaló. Mi medio cuerpo, haz de cuenta, que se murió”, relata Jerónimo.
De acuerdo con el médico internista Octavio Arroyo, la lesión ocurrió porque fue traccionado del cuello lo que le provocó que inmediatamente presentara debilidad y adormecimiento en la mitad izquierda de su cuerpo. Al conocer el caso, el médico conocido como Mr. Doctor, se ofreció ayudar a Jerónimo con fisioterapia.
“Actualmente Jerónimo ya ha mejorado bastante… se comenzó la rehabilitación física e hicimos algunos ajustes”, explica el médico Arroyo en un video en el que muestra el desarrollo que ha tenido el poblano afectado.
Respecto a la responsabilidad de las personas que manejan el baño de vapor ‘Villa Frontera’, la familia ha informado que no se han hecho responsables de lo sucedido con Jerónimo pese a que presentaron una denuncia en contra del establecimiento.
“Cuelga y se voltea y así de: ‘y dice mi jefa’, con palabras más vulgares, ‘que háganle como quieran’, y los manda hasta por allá y que él no, que ellos no se van a hacer responsables”, comenta Nancy, sobrina de Jerónimo Ramírez.
Baño de vapor 'Villa Frontera' se deslinda de incidente y reabre al público
Pese a que el baño de vapor ‘Villa Frontera’ fue clausurado dos días después del accidente, desde el pasado 15 de diciembre el establecimiento ya no contaba con los sellos de clausura de la Fiscalía General del Estado (FGE) y reabrió para continuar con sus operaciones de manera normal.
El caso de Jerónimo es un ejemplo de cómo operan algunos lugares pese a que no cuentan con la certificación correspondiente para dar tratamientos terapéuticos.
Cabe destacar, que no es lo mismo un masaje con fines estéticos o de relajación, que uno terapéutico para tratar lesiones, este último no debe ofrecerse en clínicas estéticas y spas, debido a que requieren instalaciones autorizadas por la Cofepris, además de especialistas, como quiroprácticos y fisioterapeutas previamente certificados por una universidad o academia de medicina con registro oficial ante la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Para verificar si el personal está capacitado para dar este tipo de tratamientos, el cliente puede solicitar la cédula profesional así como certificados sobre sus conocimientos y destrezas psicomotoras, pues una mala práctica puede derivar en una paraplejia o cuadriplejia, que se reviente una hernia u otras complicaciones.
AGA