Misa de Vigilia Pascual en Catedral de Puebla

El arzobispo de Puebla llamó a los fieles a mantener la esperanza.

Misa de Vigilia Pascual / Jaime Zambrano
Puebla, Puebla. /

Al encabezar la ceremonia de la Vigilia Pascual y el encendido del fuego nuevo en la Basílica Catedral de Puebla, el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa pidió mantener la esperanza ante las adversidades actuales.

Cerca de la medianoche y antes del domingo de Resurrección, Sánchez Espinosa, encabezó la ceremonia de la bendición del fuego nuevo.

Ante los fieles católicos que se dieron cita en el edificio religioso más importante de la arquidiócesis de Puebla, Sánchez Espinosa encabezó la ceremonia de la Vigilia Pascual, una celebración litúrgica que conmemora la Resurrección de Jesús y pertenece al inicio Domingo de Pascua.

Con vestimentas blancas y vivos en dorado, señal de alegría por la resurrección de Jesucristo, Sánchez Espinosa resaltó la importancia del comienzo del nuevo año litúrgico.

La ceremonia comenzó en la Basílica Catedral que estuvo completamente a oscuras, luego se encendió el llamado fuego nuevo y el Cirio Pascual que simboliza a Cristo Resucitado.

“Dios nuestro que por medio de tu hijo nos has comunicado el fuego de tu vida divina, bendice este fuego nuevo y permite que estas fiestas pascuales enciendan en nosotros el deseo para que podamos llegar con un espíritu renovado. Cristo, ayer y hoy, principio y fin, Alpha y omega, suyo es el tiempo y la eternidad por los siglos de los siglos”, pronunció Sánchez Espinosa.

Liturgia de la palabra

La Vigilia Pascual continuó con la Liturgia de la Palabra, en la que se proclamaron siete relatos del Antiguo Testamento alusivos al plan salvífico de Dios, intercalados con salmos.

Más tarde, el arzobispo de Puebla inició la entonación del Gloria que no se había cantado desde que empezó la Cuaresma.

Posteriormente, se encendieron las luces restantes de la catedral y las del altar tomando fuego del Cirio Pascual.

La Vigilia Pascual continuó con el Aleluya y, posteriormente, se leyó el evangelio. Tras la homilía, pronunciada por el arzobispo de Puebla, tuvo lugar la Liturgia Bautismal y se bendijo el agua y se renovaron las promesas bautismales, tomando de nuevo la luz del cirio pascual.

Por último, se realizó la Eucaristía; mientras que la procesión de la comunión fue acompañada con cantos jubilosos y al final de la Vigilia Pascual se interpretó el "Magnificat" o Canto de María.

IGO 



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