Las personas privadas de la libertad de Puente Grande, en Jalisco, quienes están apoyadas por el personal penitenciario, realizaron pastorelas, concursos de nacimientos, repartición de bolos y juguetes para niñas y niños residentes o visitantes, así como paseos en trineo y una cena especial; pierna en salsa de mango con chile guajillo, ensaladas, puré de papa y refrescos.
El director general de Prevención y Reinserción Social del Estado de Jalisco, José Antonio Pérez Juárez, explicó que durante la administración del sistema penitenciario estatal, fue común la tendencia a suicidios en el mes de diciembre en todos los reclusorios del país, debido a sentimientos de depresión, desesperación y nostalgia, por lo que confirmó que es obligación de los mismos servidores públicos aplicar programas y desarrollar actividades con las personas privadas de la libertad.
Estas actividades que consisten en tener un contacto espiritual, lúdico y artístico, implican la colaboración y el trabajo en equipo de las personas privadas de la libertad, y tienen la finalidad de fortalecer el sentido de identidad, de pertenencia a una comunidad cultural, así como también el presencia dialogal de las relaciones sociales.
Antonio Pérez añadió que estaban conscientes de que el Sistema Penitenciario Nacional fue abandonado por décadas, por lo que las penales de México se mantuvieron operando como una fuente de corrupción y violencia, de tal manera que la administración buscaba tener una política conforme a un verdadero programa de reinserción.
Sin embargo, el director también mencionó que a pesar de que la salud, el deporte, la educación, y la capacitación y el trabajo, son ejes fundamentales de la reinserción, no se pueden desarrollar debido a que no siempre se cuentan con instalaciones educativas y condiciones arquitectónicas favorables, es tarea inicial de los servidores públicos correspondientes acoplar seguridad y dignidad con derechos humanos para poder implementar un programa de reinserción que elimine la reincidencia criminal.
Por último, Antonio Pérez explicó que el propósito de esta reinserción es principalmente rectificar el camino de las personas privadas de la libertad, sin pensar en la venganza como un método de justicia, ya que esto sólo generaría más violencia. Además añadió que durante la administración estatal han cumplimentado alrededor de 13 mil libertades y sólo siete hombres volvieron a recibir una condena por delito diferente, lo que se traduce como una eficacia técnica de 99.94 por ciento en reinserción.
AA