Monterrey se convirtió este viernes en el escenario de la esperanza, luego de que un pulmón y dos riñones provenientes de Ciudad Juárez llegaron al Hospital de Cardiología 34 del IMSS, para marcar el inicio de una nueva oportunidad de vida para pacientes que esperan con ansias un trasplante.
El helicóptero de Protección Civil, que transportaba los órganos, tocó tierra a las 6:25 p.m., y en cuestión de minutos, el equipo médico del hospital descendió con las hieleras que contienen no solo órganos, sino la posibilidad de un futuro más saludable para quienes recibirán los órganos.
El pulmón está destinado a una mujer de 47 años, quien será sometida a la cirugía en el mismo hospital, mientras que los riñones fueron llevados bajo estrictas medidas de seguridad a la clínica 25 del IMSS, donde otros pacientes aguardan su turno para una nueva oportunidad de vida.
La operación de traslado, que comenzó a las 6:23 p.m. con el cierre de la avenida Abraham Lincoln, fue un esfuerzo conjunto que involucró a Protección Civil del Estado, Bomberos de Nuevo León, elementos de movilidad y la Policía Federal, todos comprometidos en resguardar los órganos hasta su llegada segura al hospital.
La emoción en el ambiente era palpable. Decenas de personas que observaron el descenso del helicóptero rompieron en aplausos, reconociendo no solo al equipo médico, sino también el noble acto de la donante, una mujer de 44 años, cuyo legado será eternamente recordado en las vidas que ayudó a salvar.
Estos trasplantes no solo representan procedimientos médicos, sino una segunda oportunidad, un respiro profundo para quienes han luchado contra la adversidad de la enfermedad. La esperanza, una vez más, ha encontrado su camino hacia Monterrey.
bimc