Año con año, son más las mujeres alrededor del mundo que luchan contra los terribles padecimientos que trae consigo el cáncer de ovario, una enfermedad silenciosa que se caracteriza por el desarrollo de células cancerosas en el ovario, mismas que se dividen y crecen de forma descontrolada, y como ocurre en otros tipos de cáncer, puede propagarse a otros tejidos.
Con motivo del Día Mundial del cáncer de ovario, el cual es conmemorado cada 8 de mayo, es importante conocer como identificar los síntomas que trae este tipo de cáncer desde sus inicios, así como también recomendaciones para evitar su diagnóstico tardío.
Síntomas del cáncer de ovario
A pesar de que no suele presentar síntomas, y de que no exista actualmente un método realmente efectivo para su detección temprana, es importante prestar atención ante la manifestación constante de los siguientes síntomas:
- Hinchazón o inflamación abdominal
- Sensación de saciedad rápida al comer
- Pérdida de peso
- Molestia en la zona pélvica
- Fatiga
- Dolor de espalda
- Cambios en los hábitos intestinales, como estreñimiento
- Necesidad frecuente de orinar
- Sangrado vaginal inapropiado.
¿A quiénes les pueden dar esta enfermedad?
Existen ciertos factores de riesgo que predisponen a las mujeres a padecer cáncer de ovario, como por ejemplo:
- No haber tenido hijos.
- Primer período menstrual en edad temprana.
- Inicio de la menopausia a edad más avanzada que el promedio.
- Haber padecido endometriosis, sobrepeso y obesidad.
- No haber dado pecho.
- Algún familiar con historial de cáncer.
- Seguir ciertos tratamientos de fertilidad (estimulación ovárica) durante más de un año de duración.
¿Cómo detectar el cáncer de ovario?
Hasta el momento no existen pruebas que permitan detectar la enfermedad en fase temprana, y sus síntomas pueden confundirse con un simple dolor de estómago o enfermedades menos graves. Dado que la enfermedad no se puede prevenir, se recomienda encarecidamente realizar consultas de rutina con el ginecólogo, lo cual permitirá realizar revisiones de control, así como cualquier duda respecto a esta enfermedad.
Si bien, no existe una prueba específica para este tipo de cáncer, de la mano de tu ginecólogo se pueden realizar diferentes procedimientos para favorecer una detección temprana, como pruebas de sangre, radiografías pélvicas, tomografías.
Todas estas son las pruebas más comunes que se suelen realizar para la detección del cáncer de ovario, o una vez ya diagnosticado para examinar y planear el futuro tratamiento.