Tras el nacimiento de Mariel, Mariana Rodríguez a compartido en sus historias de Instagram algunos momentos con su hija, que a su vez han sido criticados por los usuarios, además de algunas acciones que hace la titular de AMAR a Nuevo León.
Quienes ya son madres y "expertas" en el tema, le han aconsejado a Mariana NO estar descalza, pues las mujeres que han tenido recientemente bebés deben usar zapatos antes de termine la cuarentena. ¿Es verdad o mentira? aquí te decimos.
Usuarios comienzan a opinar del tema
Luego de publicar un video donde se le observa que está descalza y cargando a Mariel, rápidamente comenzó a recibir mensajes donde le decían que estaba mal no traer zapatos. A lo que ella respondió: ¿Qué nos pasa en los pies?
Sus seguidores comenzaron a opinar al respecto.
"Mariana NO debes andar descalza, cuídate mi abuelita decía que las mujeres recién paridas deben usar calcetas, algodones en los oídos, sé que eres muy disciplinada, pero cuídate lindura porque las facturas llegan muchos años después. "
"No andes descalza mar, al menos hasta que termine tu cuarentena." expresaron algunas seguidoras.
Mariana responde a críticas
A lo que ella respondió:
"En conclusión: son mitos de abuelita."
Después de esto subió otra historia en Instagram de Mariel dormida en su cuna, la cual también fue motivo de opiniones porque la bebé no tenía calcetas.
"Ponle calcetas, las enfermedades entran por los piecitos." comentó una usuaria.
Manda mensaje a toda su comunidad
Por último, Mariana dejó un mensaje para toda su comunidad, donde expresa que no deben no deben juzgar a una madre, pues en esta etapa difícil se debe sentir el apoyo.
"Cuando abras la boca para juzgar a una madre, primero muérdete tu lengua.El embarazo duele.
El parto duele.
La lactancia duele.
Ver a su hijo llorar duele.
No dormir bien, duele.
Servir a todos y ser el último duele.
No tomar una ducha con calma, duele.
Tener un día muy difícil e inquieto duele.
No arreglarte las uñas y el cabello como antes, duele.
No tener tiempo para ti duele.
Mamá necesita ayuda, no ser criticada, necesita cariño y no debe ser juzgada, se preocupa por todos, pero también necesita que la cuiden.
La maternidad no es tan tierna como parece, la maternidad es bonita, sí, pero es muy difícil.
¡Lo que es hermoso es el amor que una madre siente por su hijo, ese amor es capaz de soportarlo todo!
Nadie nace madre, te conviertes en madre y aprendes en el camino" publicó Mariana.
10 mitos que no debes creer sobre la cuarentena y el postparto
Según una investigación hecha por Karmen Pascual, licenciada en Ciencias de la Información de una Universidad en Madrid, el nombre en sí, 'cuarentena' es el primer mito. La mujer necesita un año al menos, y no cuarenta días, para asimilar su nuevo papel de madre y recuperarse tanto física como emocionalmente. Y a esto hay que añadir todas las dudas que surgen en torno a la lactancia o la higiene íntima.
1. Con cesárea, hay que retrasar la lactancia
Existe una leyenda acerca de las primeras horas tras una cesárea: no se recomendaría la lactancia debido a que los fármacos que se han empleado para la anestesia pueden ser perjudiciales para el recién nacido si se inicia la lactancia.
Esto es totalmente falso. La mayoría de las cesáreas se realizan o bien bajo la anestesia epidural, la cuál utilizó Mariana Rodríguez, o bajo raquianestesia, fármacos locales compatibles y seguros para el futuro bebé y no perjudican su salud.
Los beneficios de comenzar la lactancia en cuanto nacen el bebé, compensa: el útero recupera antes su tamaño y el bebé se siente reconfortado en el pecho materno. Para evitar que el bebé toque la cicatriz con sus pies, se puede poner un cojín sobre el vientre para apoyarle.
2. La subida de la leche da fiebre
La subida de leche es el proceso fisiológico que experimentan las mamas tras el parto debido a la disminución brusca de los estrógenos y lactógeno placentario que se produce en el parto. Esta disminución hormonal conlleva un aumento de la hormona prolactina que estimula la producción de leche materna.
Se produce generalmente unos tres días después del parto, aunque anteriormente las mamas han estado produciendo calostro (la leche de los primeros días) con valor nutritivo e inmunológico incalculable para el recién nacido.
La actividad intensa de la glándula mamaria puede producir cierta inflamación y edema en la zona, lo que se traduce en sensación de tensión y plenitud en los pechos unido a calor, sensibilidad extrema, y en ocasiones dolor.
No todas las subidas de leche asocian aumento de la temperatura. Hay mujeres que experimentan una subida de leche más progresiva que no conlleva una ingurgitación mamaria tan importante, ni tampoco un aumento de la vascularización, por lo que no se produce ese aumento de temperatura.
3. Nada de cremas en los pechos cuando se da de mamar
Hay que cuidar las mamas durante el postparto y la lactancia para evitar la aparición de grietas, estrías, dolor o posibilidad de mastitis.
Una de las medidas básicas es mantener la piel hidratada y mantener seca la zona de la areola, para evitar la aparición de heridas y grietas. Por suerte hay multitud de cremas que pueden aplicarse en el pecho sin riesgo ni para la madre ni para el bebé.
Si se aconseja aplicarse las cremas después de alimentar al bebé es porque algunas pueden provocar un sabor desagradable a la leche y hacer que el pequeñín rechace el pecho. O que, si hay mucha crema, sus labios resbalen y no logre agarrarse bien.
4. La leche materna es de mala calidad y por eso el bebé no gana peso
La composición de la leche va variando a lo largo de la toma: al principio sale más aguada y luego es más grasa. Si un bebé solo toma la leche del principio, pero no la del final, puede que la composición total de la toma no sea completa.
Pero ese problema está provocado por una mala técnica de lactancia: porque el bebé está mal colocado y no se agarra bien, porque la mamá les retira a los diez minutos para cambiarle al otro pecho y no le deja acabar.
5. Hay que usar una faja tras el parto
El objetivo del uso de la faja suele ser recuperar la figura más rápidamente. Pero lograr el objetivo depende de varios factores.
Los cambios normales tras el parto hacen que el útero recupere su aspecto anterior al embarazo, lo que favorecerá la expulsión de líquidos retenidos, y el aumento progresivo del tono abdominal.
Y este fortalecimiento se logra con ejercicio físico, sobre todo con tablas de abdominales, algo que no se puede realizar hasta que el suelo pélvico no está bien fortalecido (a las seis u ocho semanas del parto). Así que nada de pretender recuperar la pared abdominal en la 'cuarentena'.
Eso sí, una faja con velcro (una banda que rodea la tripa) puede ayudar a que las mujeres se sientan más cómodas por tener su abdomen más sujeto.
6. Abstenerse de relaciones sexuales
En el postparto hay cambios que pueden dificultar las relaciones sexuales:
- El sangrado (los loquios), que presentan un color y un olor especial, puede hacer que la mujer se sienta incómoda para mantener relaciones sexuales hasta que desaparece.
- Los cambios hormonales (como la bajada de estrógenos que puede disminuir la lubricación vaginal) y físicos que se producen tras dar a luz pueden dar lugar a sensibilidad en la zona vaginal e incluso dolor durante las relaciones sexuales, sobre todo en caso de episiotomía.
- Y, explicadas las razones, cabe decir que no hay periodo estipulado para reiniciar las relaciones sexuales tras el nacimiento del bebé, ya que depende de cada mujer y de cómo haya transcurrido el parto.
- La mayoría de los ginecólogos recomiendan no mantener relaciones en la cuarentena para prevenir el riesgo de infecciones o lesiones, especialmente si ha habido puntos.
7. No hay que hacer ejercicio hasta superar la cuarentena
Pasados los 15 días del parto te sientes bien, puedes retomar la actividad física. Eso sí, de manera tranquila: caminatas, estiramiento, yoga, entre otros.
Y un consejo: mejor abstenerse de los deportes de alto impacto, porque pueden debilitar aún más el suelo pélvico.
8. La madre no se puede bañar en un mes
De igual forma que antiguamente se creía que ducharse durante las menstruaciones podría traer problemas de salud, se extendió la idea de que una mujer no debe de bañarse mientras manche en el postparto.
Está claro que esto es completamente falso. De hecho, la higiene es básica para evitar la infección de la cicatriz de la cesárea o de los puntos en el canal de parto si existieran. Las heridas deben de mantenerse limpias y secas. Por eso, se aconseja que la mujer se duche cuanto antes, incluso antes de recibir el alta del hospital.
Eso sí, ducharse. Porque es conveniente evitar los baños de inmersión, tanto en la bañera como en la piscina, durante al menos un mes, que es el tiempo que tardan en cicatrizar las heridas, ya que la humedad dificulta que se cierren.
9. Debes abrigarte de los pies a la cabeza
Es otra de esas creencias de las abuelas que aseguraban que la mujer que terminaba de ser madre no podía recibir corrientes de aire.
Los investigadores no han encontrado nada que justifique esto, así que mejor abrígate solo lo que necesites. Piensa sino en las mujeres de Canadá y el frío que hace allí: no tienen problema alguno y siguen con su rutina habitual tras dar a luz, también fuera de casa.
Tampoco está probado que andar descalza haga daño o que las corrientes de aire disminuyan la producción de leche materna.
10. Lavarse y teñirse el pelo, ¡prohibido!
Se decía que lavarse el pelo era contraproducente durante el postparto inmediato porque la sangre podía revertirse y llegar a la cabeza. Además, podía cortar la leche e interrumpir el inicio de la lactancia materna.
Estas creencias no tienen base científica alguna. Igual que teñirse el pelo o pintarse las uñas: los productos químicos que llegan al torrente sanguíneo a través del cuero cabelludo (menos aún desde las extremidades) no son suficientes para causar daño a tu pequeño.
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