Este 6 de octubre de 2024, la ciudad de Puebla se despidió de una figura icónica que, con su carisma y energía, alegraba las calles del Centro Histórico, Clara Patricia Hernández Ojeda, conocida por saludar a los transeúntes con su característica frase “¡Hola, guapo!”, falleció a los 54 años, dejando un vacío entre quienes la conocían.
Clara Patricia también era reconocida por el show que realizaba día tras día en la calle 5 de Mayo, en las inmediaciones del Edificio Carolino, o en la zona del callejón Lenon.
Durante más de 11 años, esta mujer convirtió el espacio público en su escenario, ofreciendo bailes, canciones y un espectáculo de títeres que llevaba consigo amor, alegría y energía positiva. Era imposible cruzar esas calles sin sentir su vibra, su luz, y sin devolverle una sonrisa.
¿Cómo fue la vida de Clara Patricia?
La historia de Clara Patricia no fue fácil. A pesar de su espíritu alegre, la realidad económica y la falta de oportunidades laborales la obligaron a salir a las calles para ganarse la vida.
Su espectáculo se volvió una forma digna y honrada de llevar sustento a su hogar: “Aquí armonizo el lugar, cuando la gente es positiva, llena de alegría”, expresó con orgullo en una entrevista hecha en 2022 por Multimedios.
La música y el contacto con el público eran su manera de dejar atrás las dificultades y transmitir esperanza.
A lo largo de los años, Clara fue sumando elementos a su presentación; además de sus bailes y títeres, comenzó a usar una bocina y un pandero, lo que llenaba de ritmo y vida el entorno.
Sin embargo, detrás de su espectáculo también había retos personales importantes. Clara Patricia sufría de una enfermedad similar a la epilepsia, lo que limitaba sus oportunidades de obtener un trabajo formal, pero ella nunca dejó que eso la detuviera, al contrario, convirtió sus dificultades en motivación para seguir adelante.
Clara Patricia tuvo el sueño de ser madre, pero no lo logró
Uno de los momentos más difíciles en la vida de Clara fue no poder convertirse en madre, una realidad que marcó profundamente su historia.
“Fue una etapa muy difícil, pero con terapias lo he superado y me he acercado más a la música”, compartió. A pesar de que no pudo cumplir ese sueño, Clara nunca dejó que eso apagara su entusiasmo ni su espíritu de lucha.
En su vida personal, Clara Patricia confesó que la falta de hijos también afectó su capacidad para establecer relaciones estables, aunque nunca perdió la esperanza.
“No me detengo, siempre actúo de buena forma y, a cambio, he recibido mucho cariño”, dijo con gratitud.
Clara Patricia dejó un legado de alegría en las calles de Puebla
Para quienes la conocieron, Clara Patricia Hernández siempre será recordada como una mujer que, a pesar de las adversidades, no dejó que las circunstancias apagaran su luz.
Al contrario, se encargó de iluminar las vidas de aquellos que, por un momento, cruzaron su camino en las calles del Centro Histórico de Puebla.
Con su alegría contagiosa, logró que muchos poblanos y turistas dejaran de lado sus problemas, aunque fuera por unos segundos, y se sintieran parte de algo especial.
Su frase “¡Hola, guapo!” seguirá en la memoria de todos aquellos que tuvieron la fortuna de cruzarse con ella.
ERV