Al ritmo de cumbia, el señor Raúl hace bailar a su marioneta 'Tomás' para entretener a las personas que caminan por los portales del Zócalo de Puebla.
Todos los días, Raúl Galicia Guzmán se alista para trabajar con su compañero; se viste con su traje gris, se pone su sombrero, agarra una bocina pequeña que cuelga en sus hombros y sale hacia el Centro Histórico.
Se instala en los portales del Zócalo, reproduce una canción y hace bailar a 'Tomás', que viste un pantalón azul, una camisa a cuadros, tiene una guitarra y zapatos blancos.
En entrevista para TELEDIARIO compartió que todos los días lucha para que el oficio de titiritero no se pierda, por lo que desde hace más de dos décadas se dedica a esto.
'Tomás' el títere que 'canta y baila' en el Zócalo de Puebla
El señor Raúl Galicia Guzmán creó a 'Tomás' y desde hace 28 años que trabajan juntos: "Es más que un compañero de vida y de trabajo"
“Tomás tiene su historia... fue un pedido en el municipio de Izúcar de Matamoros, pero la persona que me lo solicitó no lo quisieron y decidí quedármelo", contó el titiritero.
El artista callejero explicó que su marioneta se llama 'Tomás', porque así fue bautizado en un programa de televisión en el que participó hace más de 20 años.
Para el señor Guzmán, su compañero es como un amuleto de suerte, no sólo para él, sino para muchas personas que le han solicitado algo.
Por ejemplo, contó que los días martes y viernes 13, si los espectadores están cerca de 'Tomás', le cumplirá su petición y fue claro al explicar que no tiene nada de conexión con la brujería.
Con mucho cariño y cuidado maneja a su marioneta, que para él es parte de su vida, y a través de este personaje, expresa la alegría que tiene por dentro.
Con los ojos iluminados, el titiritero expresó que su único propósito al salir a trabajar todos los días, es que la gente sea feliz y que tenga una armonía en su interior.
Además, le fue de gran ayuda para su vida y para tener un ingreso gracias a las personas que le regalan una moneda.
El hombre de la tercera edad cuenta que estudió para ser ventrílocuo en Guadalajara, pero considera que actualmente este oficio está en riesgo, porque no es valorado y es poco redituable, pues sólo vive de lo que la gente le da.
Después regresó a Puebla, pero reconoció que eligió una de las carreras u oficios más complicados de la vida y que poca gente reconoce como un arte, al coordinar sus manos para que su compañero de vida toque la guitarra, cante y baile de manera coordinada.
Relató que también decidió probar suerte en Tlaxcala, principalmente en el municipio de Huamantla, conocida como 'la tierra de los títeres', donde reconocieron su trabajo y talento, al abrirle la puerta para trabajar sin restricciones.
Raúl Galicia trabaja todos los días en los portales del Zócalo de Puebla desde las 11:00 horas.
AGA