Los dimes y diretes entre el gobernador del estado, Enrique Alfaro Ramírez, y la comunidad de la Universidad de Guadalajara, cumplieron un año, luego de que, en agosto del 2021, el mandatario estatal solicitará a los diputados del Congreso de Jalisco, se retiraran a la UDG 140 millones de pesos que formaban parte de lo proyectado para la construcción del Museo de Ciencias Ambientales que edifica la casa de estudios.
El 9 de agosto del 2021, el rector de dicha casa de estudios, Ricardo Villanueva Lomelí, lamentó el recorte, y tachó la medida como una venganza debido a que la UDG decidió no regresar a clases presenciales como lo había instruido el Gobierno de Jalisco.
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Luego de que se anunciara el recorte, la comunidad universitaria comenzó a manifestarse en las calles de la ciudad para exigir que se les devolviera su recurso.
Para el 6 de octubre, la Universidad presentó ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, una controversia, al argumentar una violación a la Constitución, por el intento de reprogramar recursos de una institución autónoma.
Sin embargo, la Corte rechazó en febrero del 2022 dicho recurso.
A finales de diciembre de 2021, el gobernador de Jalisco señaló que los universitarios se sienten más cómodos sin trabajar, debido a que la UDG aplazó el regreso a clases presenciales frente al nuevo pico de contagios de coronavirus “sin consultar a la Mesa de Salud sobre la decisión.
La casa de estudios respondió al gobernador de que sus declaraciones resultaban ofensivas, pues desde dos años atrás la comunidad había estado trabajando a marchas forzadas, no sólo llevando las clases a la virtualidad, sino volcando todas sus capacidades para contener la pandemia.
El encontronazo más reciente se dio el 26 de agosto, en donde la comunidad universitaria señaló que el gobernador amenazó al secretario del Centro Universitario de los Valles, Luis León luego de que le dijo que cuidara sus palabras cuando le señaló rezago en obras universitarias.
MQ