En la colonia Topo Chico de Monterrey en la calles Linares y Santiago, se llevó a cabo una celebración doble en honor a Francisco Rivera Canizales, quien cumplió 104 años el 15 de junio. Además de su cumpleaños, la familia conmemoró el Día del Padre, rindiendo homenaje a este hombre que ha vivido más de un siglo lleno de historias y legado.
Nacido el 15 de junio de 1920 en Espíritu Santo, Zacatecas, Francisco ha sido testigo de innumerables cambios a lo largo de su vida. Fue arrendador de caballos y entrenaba equinos para charros en Monterrey, una labor que desempeñó con pasión hasta los 100 años, cuando aún se le veía montando y haciendo bailar a los caballos con maestría.
Francisco estuvo casado con Victoria Cisneros, quien ya ha fallecido. Juntos, tuvieron una gran familia con ocho hijos: José Rivera, de 85, María de la Luz Rivera, de 80 años, Leticia Rivera, de 78 años, Guadalupe Rivera, de 77 años, María Idalia Rivera, de 75 años, María del Carmen Rivera, de 70 años, Jesús Rivera, de 67 años y Martha Alicia Rivera, de 62 años.
La celebración no solo reunió a sus hijos, sino también a sus 21 nietos y 40 bisnietos, quienes se congregaron para festejar la vida de Francisco y agradecerle por ser un pilar fundamental en sus vidas.
Francisco Rivera Canizales dejo huella en toda su familia quienes siguieron este camino, tanto los hijos como algunos de sus nietos, ya sea directamente montando a caballos, sino también a través del comercio que abarca todo el mundo charro.
La fiesta del 15 de junio fue un emotivo homenaje a un hombre cuya vida ha sido sinónimo de trabajo duro, dedicación y amor por su familia y los caballos, la familia compartió recuerdos y anécdotas, recordando las incontables historias que Francisco ha acumulado en sus 104 años de vida.
Francisco Rivera Canizales es un ejemplo viviente de longevidad y vitalidad, y su historia es un testimonio de la importancia de la familia y la dedicación a lo que uno ama.