El representante del gremio médico en Durango, Luis Gabriel Torres Vázquez, dio a conocer que el caso del galeno asesinado en el municipio de Pueblo Nuevo, solamente está desnudando la triste realidad por la que atraviesa el estado, dado que la inseguridad y un sinfín más de carencias continúan presentándose en recintos hospitalarios en donde el acceso a personas armadas no es restringido.
Según lo descrito por el galeno, esta ocasión, lamentablemente, el joven duranguense fue quien tuvo que pagar las consecuencias por dicho descuido, no obstante, cualquier individuo que prestase sus servicios al nosocomio también pudo ser candidato a ser ultimado, debido a que las medidas de seguridad que brinda el gobierno del estado simplemente son un pequeño paliativo.
“Al no haber quién esté vigilando la entrada a los hospitales, alguien que esté calificado como la Guardia Nacional, va a seguir pasando lo mismo, yo no veo que un vigilante que, cuando mucho, trae una macana y un gas lacrimógeno, va a detener a alguien que entre armado... la seguridad debe de ser para todos”, añadió el médico local.
De igual manera, Torres Vázquez, indicó que las acciones que debe de tomar el gobierno estatal, al igual que la ciudadanía en general, es la exigencia directa de seguridad al gobierno federal, tal y como se planteó como cuando se realizó el proceso de la distribución y entrega de las vacunas anti COVID19.
Asimismo, Gabriel Torres remarcó que la iniciativa para eliminar el servicio social de los médicos pasantes, no es más que una circunstancia arcaica que utilizan el sistema de salud para enviar a estos jóvenes, a comunidades alejadas en donde, los galenos que cuentan con una cedula y un título profesional no quieren ir, tanto por los salarios bajos ofrecidos, así como por las largas distancias.