Personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) aseguró a un lince de 15 años, en estado de salud crítico debido a un cuadro infeccioso en vías respiratorias, que se encontraba en una casa en la alcaldía Iztapalapa en la Ciudad de México.
“Además, durante la inspección se observaron faltas al trato digno y respetuoso hacia el ejemplar toda vez que no cuenta con espacio suficiente dentro de su albergue y existe falta de atención médica veterinaria especializada”, informó la Profepa.
En un breve comunicado, la procuraduría detalló que la Oficina de Representación de Protección Ambiental de la Profepa en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), atendió un reporte de la ciudadanía sobre un felino silvestre que se encontraba en malas condiciones en un domicilio particular.
“Durante su visita de inspección pudo constatar la presencia de un lince rojo (Lynx rufus) sin sexar, de aproximadamente 15 años, sin sistema de marcaje y en estado de salud crítico debido a un cuadro infeccioso en vías respiratorias”, indicó.
Además, se informó que el felino fue trasladado a una Unidad de Manejo Ambiental (UMA) que cumple con las condiciones adecuadas para la especie y recibirá la atención y cuidados necesarios.
“La Procuraduría instauró el proceso administrativo correspondiente para tomar las acciones conducentes por no dar cumplimiento a la legislación ambiental vigente aplicable”, indicó.
¿Se pueden tener animales exóticos como mascotas en México?
De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, que se refiere a la protección ambiental de especies nativas de flora y fauna silvestres y define a las especies en riesgo, sí es posible tener como mascota un animal exótico, siempre y cuando no se trate de una especie en peligro de extinción.
Para poder poseer ejemplares de especies de fauna silvestre exótica se requiere realizar el trámite 08-056, que sirve para obtener la autorización.
El trámite se debe realizar cuando se posean ejemplares de especies de fauna silvestre exótica que por su comportamiento o conducta natural, derivados o población microbiológica natural pueden convivir con el hombre en un ambiente doméstico bajo manejo y no representen riesgos físicos, sanitarios ni de seguridad para sus propietarios, poseedores o cualquier persona u otros animales, y se requiera para ellos la autorización de ejemplares exóticos como mascota o animal de compañía.
PGG