En estas vacaciones de Semana Santa, una buena opción para realizar excursión sin salir de la región Lagunera, es visitar la reserva municipal sierra y cañón de Jimulco.
A más de 120 kilómetros de la zona centro de la ciudad de Torreón, se ubica la reserva municipal de la sierra y cañón de Jimulco. Quien visita el sitio, podrá disfrutar del panorama al aire libre, la naturaleza, además de parajes únicos con los que cuenta la sierra.
El recorrido comienza rumbo al sur de la ciudad, ya que uno de los caminos para poder acceder es por el municipio de Lerdo, rumbo a Villa de Nazareno. Cabe destacar que la reserva pertenece al municipio de Torreón y colinda con los municipios Viesca y Lerdo.
La primera parada antes de llegar a Jimulco es el conocido “Puente Canal” en el ejido Zaragoza perteneciente al estado de Durango y que fue construido en 1907, su función era conducir el agua del río Aguanaval para el riego, hoy en día la infraestructura es un atractivo para el turismo y sesión de fotos.
A no más de 400 metros, nos adentramos al estado de Coahuila, ahí el trayecto nos conduce a la Reserva de Jimulco.
Adrián Molina, quien es asesor técnico de la reserva de Jimulco, y Estefanía Calderón, quien es la comisariada ejidal, compartieron que ya se preparan para recibir al turismo enfocado a las actividades del camping, ciclismo, senderismo, entre otros.
La reserva del Cañón de Jimulco cuenta con el cerro más grande de la Comarca Lagunera que es el “Centinela”.
En su gastronomía, el ejido ofrece a los visitantes alimentos tradicionales como gorditas, pan ranchero, hasta desayunos que ofrecen las pequeñas fondas del lugar.
Más adentrados en la reserva, los turistas podrán llegar al poblado del Barrial de Guadalupe, ahí las familias podrán tener el contacto con la naturaleza al disfrutar de los escurrimientos del Río Aguanaval además de apreciar especies únicas.
Por último, el Cañón de Realito es otro paraje al cual se podrá acceder con el apoyo de un guía, donde el nivel de agua es ideal para que los pequeños y no tan pequeños disfruten de agua fresca que ofrecen los escurrimientos del Río Aguanaval, además de apreciar los árboles milenarios tales como los ahuehuetes.