La tardanza de las autoridades estatales y municipales en otorgar permisos para abrir restaurantes ha provocado que por lo menos 40 cadenas restauranteras hayan optado por otras ciudades para abrir nuevas sucursales, denunció el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados, Daniel García Rosales.
Son fuentes de empleo que se están perdiendo y también ingresos para el estado, porque cada restaurante perdido representaba una inversión entre 5 y 20 millones de pesos.
El principal problema es en los permisos para
venta de bebidas alcohólicas, pues hay que solicitarlo a los municipios y al estado, y el trámite es demasiado tardado.
García Rosales explico qué esto afecta a la industria restaurantera en general, pues existe una cultura del regiomontano de acompañar su comida con alguna cerveza, y cuando un restaurante no tiene permiso para venderla, pierde una gran cantidad de clientes. Con la pandemia cerraron cerca de 7000 negocios, pero al terminar se abrió un número similar y muchos de ellos siguen esperando la autorización.
El presidente de los restauranteros hizo un llamado a las autoridades estatales y municipales para que se modifique la normativa y se acelere el trámite que ayudaría a una recuperación para la industria restaurantera, de la cual dependen muchas familias nuevoleonesas.
jvl