El rescate de la cuenca del Atoyac será viable a mediano plazo, es decir, en un lapso de diez años, solo si existen acciones conjuntas entre los distintos órdenes de gobiernos, sectores de la sociedad e iniciativa privada, consideró el vicepresidente de la región sur de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Horacio Peredo Elguero.
En entrevista, el empresario reconoció que la situación de la cuenca, conformada por 70 municipios, de los cuales 22 se localizan en el Puebla y 48 en el estado de Tlaxcala, es complicada debido a los altos niveles de contaminación que presenta; sin embargo, estimó que la restauración de este recurso natural se logrará con un trabajo coordinado entre los distintos actores involucrados.
Abundó que la recuperación no sólo compete al sector privado, sino de que se logren acciones coordinadas y una atención permanente por parte de los gobiernos estatales, así como de los municipios que tienen un impacto en el cauce del río.
“El tiempo dependerá del empeño que ponga cada uno de los actores, si todos nos pusiéramos en coordinación se podría alcanzar resultados satisfactorios, Pero si seguimos cada uno jalando por su lado sí va a ser más complicado, incluso pudiéramos no lograrlo”, señaló.
El vicepresidente de la región sur de la Canacintra consideró que existe voluntad del sector empresarial para avanzar hacia la normalización del cumplimiento ambiental.
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Muestra de ello, agregó, son las mesas de trabajo que mantiene la Canacintra Puebla con autoridades de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial, así como con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en torno a temas de cuidado del ambiente y del afluente.
“Creo que, si hay buena voluntad y hay acciones en conjunto entre iniciativa privada y gobiernos podemos alcanzar buenos resultados, en un mediano plazo, estaríamos hablando de unos diez años en donde incluso pudiéramos hacer del río Atoyac un atractivo turístico que se sume a nuestro entorno”, señaló el industrial.
De acuerdo con análisis de las investigadoras María Elena Cerecedo Arroyo, de la Universidad de las Américas Puebla (Udlap) y Gabriela Pérez Castresana, del Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente Xavier Gorostiaga (IIMA) de la Universidad Iberoamericana Puebla, la contaminación del río atenta contra la salud de los pobladores de Puebla y Tlaxcala, además que representa un impacto contra el sistema ambiental urbano y rural de ambos estados.
ERV