La tragedia que sacudió a Querétaro este fin de semana cobró la vida de diez personas, entre ellas la de Rodrigo García, un joven DJ que se encontraba en el bar Los Cantaritos como cliente.
Rodrigo, conocido en la escena musical local por su talento y dedicación, había ido a disfrutar de la música y de una noche con amigos, sin saber que sería su última. El violento ataque en pleno centro de Querétaro no solo arrebató la vida de Rodrigo, sino también dejó herida a una comunidad entera que hoy llora su pérdida.
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"Rodrigo estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado"
Rodrigo García era un amante de la música y un joven visionario que, según sus amigos y colegas, siempre buscaba transmitir alegría y buena energía a través de sus mezclas.
“Rodrigo no estaba trabajando esa noche; simplemente fue a divertirse”, contó su amigo y también DJ, Eli Espino, en un mensaje emotivo.
Espino pidió no criminalizar ni malinterpretar la presencia de Rodrigo en el lugar, recordando que, al igual que él, muchos otros jóvenes en Los Cantaritos solo buscaban pasar un buen momento.
Rodrigo, era un joven entregado a su profesión, con una personalidad vibrante y un talento que lo llevó a hacerse un nombre en Querétaro y en otros lugares donde compartió su música.
Sus amigos y familiares lo describen como alguien carismático, apasionado y completamente ajeno a la violencia que ahora lo ha convertido en una víctima.
DJ´s exigen protección y apoyo para sus colegas
Ante el trágico suceso, el gremio de DJs y músicos de Querétaro ha levantado la voz. No solo piden justicia, sino también protección y respeto para quienes, como Rodrigo, trabajan en la vida nocturna y a menudo se ven expuestos a la inseguridad.
"Es una pérdida que deja conmovidos a todo el grupo de DJ´s que trabaja en el estado, a la familia García; sin duda, se fueron vidas que no tenían nada que ver con organizaciones delictivas, una de ellas, fue la de nuestro compañero, que estimamos y amamos. Lo vamos a recordar siempre".
La comunidad de artistas nocturnos pide a las autoridades que garanticen la seguridad en estos espacios, señalando que esta tragedia pone en evidencia la falta de protección en los centros nocturnos y la vulnerabilidad que enfrentan los que, como Rodrigo, buscan momentos de esparcimiento.
Los amigos y familiares de Rodrigo se han volcado en muestras de cariño y solidaridad, recordándolo como un joven lleno de vida y talento.
El ataque al bar Los Cantaritos no solo ha dejado una marca imborrable en la vida de las familias afectadas, sino también en la comunidad queretana que hoy enfrenta una realidad de la que nunca había sido testigo. La historia de Rodrigo García es la de un joven que solo buscaba vivir una noche tranquila y que, sin quererlo, se convirtió en símbolo de una tragedia que nunca debió ocurrir.