Mujer poblana expone las consecuencias de vivir sin agua potable en colonia Leobardo Coca

Rosa Tapia tiene que comprar pipas de agua a pesar de pagar por el servicio a Agua de Puebla.

Falta de agua en Puebla / Melanie Torres
Puebla. /

Rosa Tapia está viviendo en carne propia la desigualdad social. La razón es simple. Mientras en la colonia Leobardo Coca, donde vive, llevan seis meses sin suministro regular de agua, los habitantes de otras áreas de la zona metropolitana de Puebla, como Angelópolis y La Vista, tienen el recurso a placer.

“Allá donde trabajo todos los días se escucha cómo cae el chorro de agua, las cisternas siempre están llenas, pero aquí uno tiene que pagar pipas aunque tengamos los recibos de que sí pagamos. ¿Por qué a nosotros no nos cae?”, se preguntó mientras muestra a Grupo Multimedios cómo afronta la carencia de un recurso indispensable, necesario para el desarrollo humano.


Al compartir con este reportero la intimidad de su casa, Rosa exhibe el calvario que ella y su familia sufren por no tener agua: desde pagar 480 pesos a la semana por una pipa de 10 mil litros hasta tener que desembolsar 70 pesos al día por persona para poder asearse en los baños públicos de la colonia.

La mayoría de sus plantas se han secado pese a la entrada de la primavera porque regarlas dejó de ser prioridad y las pocas que le quedan empiezan a marchitarse. Su árbol está seco, como si fuese otoño. El único que se está salvando es un pequeño limonero al que sacó de la maceta para meterlo en un bote con agua reutilizada.

“Tenemos los recibos de lo que le pagamos a Agua de Puebla. Ya metimos firmas y escritos al Soapap, si usted pregunta por la colonia con ellos ya van a saber. Hace 20 días disque vinieron a desazolvar las tuberías porque según por eso no cae, pero no es cierto, seguimos sin agua”.


En el lavadero de la familia Tapia están amontonados los trastes sucios y, en bolsas de supermercado, toda la ropa pendiente de lavar. Tal y como lo hace desde hace varias semanas, no le quedará de otra más que ir a la lavandería, lo que impactará directamente en sus finanzas.

Tampoco puede trapear con regularidad. “Ese dinero nadie nos lo da. Sueltan el agua una vez por semana pero en la madrugada y es un chorrito que ni los tinacos ni las cisternas se llenan. Algunos de mis vecinos ya no le están pagando a Agua de Puebla y ya les cortaron el servicio, pero ellos dicen que les da igual porque de todas maneras no cae agua”, denunció al tiempo de mostrar la pila de botes y cubetas con la que recolectan lluvia o reciclan el recurso para depositarlo en el sanitario después de lavar, cuando pueden hacerlo en casa.

“Tal vez cuando la gente vea esto piense: '¡Ay! Señora cochina', pero no, créame que nosotros sabemos hacer el aseo y somos muy limpios, pero cuando no cae el agua, ¿qué se puede hacer?, tenemos que cuidar el agua que compramos a las pipas”.

Rosa aclaró a Multimedios que no busca hacerse famosa o salir “en la tele'”, ya que si por ella fuera no mostraría su casa, pero está desesperada porque lleva más de seis meses pagando pipas pese a ser una usuaria responsable que paga a tiempo sus recibos a Agua de Puebla, que brinda un suministro deficiente a los habitantes de la Leobardo Coca pero también a los de colonias vecinas, como Vicente Guerrero, Progreso o La Popular Coatepec.

ERV 

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