El gobierno de Coahuila duplicó el número de bombas en el rescate a los 10 mineros atrapados en el pozo de carbón en una mina ubicada en Sabinas, Coahuila, sin embargo hay quienes son conscientes de la gravedad de esta situación y ven pocas esperanzas de que salgan vivos.
Veinticuatro horas transcurrieron desde que la inundación en la mina “El pinabete” se registró, y las esperanzas de las familias de diez mineros se han perdido.
Este jueves por la tarde, un total de seis bombas de agua fueron puestas a trabajar, 254 hombres entre los que destacan soldados y mineros principalmente, así como personal de Protección Civil del Coahuila, realizan esfuerzos a cada minuto para lograr una luz de esperanza, en las primeras horas con tan sólo dos bombas, solo entre 27 y 80 centímetros de agua habían sido sustraídas, pero para las cinco de la tarde se tenía un avance de dos metros, de seguir así los mineros hablan de un importante avance.
Gabriel Rodríguez Palomares, minero en Sabinas comentó, “pues que baje más rápido el agua, si ponen más bombas, dicen que en el transcurso del día van a llegar 7 bombas más y si las instalan yo pienso que en unos 3 días se tendrá avance importante”.
Por la mañana al campamento arribó el gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís.
“Hay diez familias aquí que nos dan la certeza de que solo hay diez mineros, no estamos descartando que pudieran ser más, ahorita hay diez familias que están buscando a sus familiares y eso generalmente ustedes lo saben que es lo que alerta de manera inmediata”, señaló el mandatario estatal.
La exigencia de los familiares hacía el gobierno, fue basada en que los propios mineros con conocimiento, fueran los que buscaran a sus compañeros, situación que les fue concedida y las bombas fueron instaladas por ellos mismos.
Los trabajos de rescate que a distancia fueron observados por las familias, serán basados en la colocación de dos barrenos que caben pozos profundos por los que el agua será sustraída, esto a una profundidad de 70 metros. Así mismo, será llevado a cabo un estudio de resistencia eléctrica para determinar dónde está la mayor concentración del agua.
Don Gabriel, quien ha sido vocero de las familias y un minero desde hace más de 25 años y quien tiene en el interior de la mina a su hermano Margarito Rodríguez Palomares, ve una realidad que pocos logran percibir sobre esta situación y dice ser realista.
“A mi hermano, que lo quiero, lo quiero así como lo vi el lunes, quisiera verlo con vida otra vez pero ya es imposible, hay que ser realistas verdad de lo que es, ya no lo vamos a sacar vivo” finalizó.