Los últimos tres meses Elvia Liliana los ha vivido postrada en una cama: primero, un mes entero en terapia intensiva del Hospital Universitario de Monterrey; luego 30 días más en piso, y los restantes en la casa de su familia política.
90 días esperando justicia; un largo período en el que, al principio, caminó sobre la delgada línea entre la vida y la muerte.
Aunque todavía batalla para hablar, su voz alcanza a escucharse, grave, para pedir justicia, y que los tres sujetos que la golpearon, violaron y quemaron, sean detenidos y no vuelvan a destruir la vida de una mujer.
Actualmente son momentos difíciles. Ella necesita protección, y el apoyo económico para sus cuatro hijos.
Pero... ¿Qué es lo que a ella la hace fuerte, para seguir adelante?
Un niño de 8 años, y tres niñas de 7, 4 y 1, respectivamente, siguen siendo su motor.
Ahora ve la vida en forma distinta. Todo ha cambiado. Los días son diferentes.
Sólo quiere justicia. Que se investigue y castigue a los responsables: tres taxistas de la colonia Bosques de Castilla, en Salinas Victoria, Nuevo León, uno de los cuales le rentó una casa.
Del pasado 26 de marzo, sólo recuerda que estaba privada de la libertad en un domicilio de Salinas Victoria, 25 kilómetros al norte de Monterrey, donde fue golpeada, drogada, abusada sexualmente y quemada por los tres sujetos.
Apenas esta semana la Fiscalía de Nuevo León reactivó la carpeta de investigación, dentro de la cual existe una supuesta declaración de Elvia Liliana, quien a su vez desconoce dicha comparecencia.
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