Elementos de la Policía Estatal de Coahuila detuvieron la tarde del martes a dos conductores que transportaban dos pipas, cada una con una capacidad de 55 mil litros de combustible, en el Libramiento Óscar Flores Tapia, a escasos metros de la carretera Saltillo-Monterrey.
La detención se realizó en un operativo de rutina luego de que los conductores no pudieran justificar la procedencia del combustible que transportaban, lo que levantó sospechas de robo de hidrocarburos, comúnmente conocido como “huachicoleo”.
El operativo, llevado a cabo en una zona de alta vigilancia debido a su proximidad con importantes rutas de transporte entre Coahuila y Nuevo León, forma parte de las acciones preventivas implementadas por las autoridades para combatir actividades ilícitas como el robo de combustibles. La cercanía de la zona con las principales vías de comunicación la convierte en un corredor estratégico, tanto para el comercio legítimo como para el tráfico ilegal de mercancías.
Según el informe preliminar de las autoridades, los agentes policiales detectaron la presencia de los vehículos de gran capacidad y decidieron realizar una inspección de rutina. Durante la revisión, se identificaron irregularidades en la documentación presentada por los conductores, quienes no pudieron explicar de manera coherente la procedencia del combustible, ni mostrar los papeles que acreditaran la legalidad de la carga.
Ante esta situación, los policías estatales procedieron a la detención de los dos individuos y al aseguramiento de las pipas. Tanto los conductores como los vehículos fueron trasladados a disposición de la Fiscalía General de la República, instancia encargada de continuar con las investigaciones para esclarecer si se trata de un caso de robo de hidrocarburos y determinar las posibles implicaciones penales.
Las pipas quedaron bajo custodia de las autoridades, quienes procederán con la verificación del combustible y su trazabilidad para determinar su origen.
- Policía
¿Qué es el huachicoleo?
La palabra huachicol —y, en consecuencia, huachicoleo y sus derivados— es más vieja que el acto con que se le relaciona actualmente. Su uso hoy designa inequívocamente al combustible robado de las redes de suministro, mientras que el término huachicolero se aplica a quienes ejecutan el hurto.
Su origen está relacionado con la palabra guacho —derivada del maya waach—, que, según el Diccionario de Mexicanismos de la Academia Mexicana de la Lengua (AML), tiene la acepción de ladrón, aunque también es el apodo que se aplica a los forasteros.
JVS