Samuel Isaí Ornelas Mendoza, un joven invidente que murió en la estación San Bernabé, tenía un último deseo: festejar el cumpleaños de su padre, por lo que contrató un mariachi para este domingo 16 de octubre, sin imaginar que no estaría presente.
A través de Facebook, la familia compartió el momento en el que recibió al mariachi de sorpresa, por lo que sus padres rompieron en llanto junto a la fotografía de su hijo.
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“El último deseo de mi hermano fue realizarle una fiesta a mi papá. Él ya tenía todo planeado y le contrato un mariachi que nos llegó de sorpresa”, fueron palabras de su familia.
“Gracias hasta el cielo, se cumplió tu último anhelo. Te amamos angelito mío”.
En el clip, se muestra cómo su madre rompe en llanto, mientras que su padre sostiene una fotografía de su hijo Samuel, quien murió el pasado 12 de octubre en Monterrey.
Al fondo, se escucha como otros familiares lloran mientras escuchan al mariachi tocar.
En la mesa se aprecian dos pasteles, con los cuales festejarían el cumpleaños del papá de Samuel, Guadalupe Ornelas.
Mientras continúa la música, al final del video se ve como la familia se da un abrazo de consuelo, ante la pérdida de su ser querido.
Samuel, joven que murió en estación San Bernabé: papá exige justicia
Hay que recordar que Guadalupe exigió justicia por la muerte de su hijo, puesto que él nunca subía al andén, y “no puede quedar impune”.
“Yo trabajo como operador de transporte de personal, salgo a las cuatro de la mañana de mi casa y me llevo a mi hijo, cuando yo me entere, me estaba marcando mi esposa y me dice lo que pasó”.
“Samuel nunca subía al andén, siempre se quedaba abajo, no fue un descuido de él, Metrorrey no quiere enseñarme los videos por las investigaciones, esto no puede quedar impune”.
“Mi hijo tenía mucho por delante, él era muy inteligente, a pesar de su discapacidad él estudiaba y trabajaba, siempre le echaba ganas, me hablaba para avisarme todo, tenía muchos amigos”.
Samuel se dirigía a su trabajo cuando decidió tomar la estación San Bernabé del Metro en Monterrey. Sin que nadie le ayudara, subió las escaleras, y
al momento de llegar al andén cayó a las vías y murió prensado.
El joven siempre iba acompañado de un amigo, pero esta vez decidió ir solo, sin imaginar que ocurriría esta tragedia.
Samuel cada día se esforzaba por salir adelante y sostener a su mamá, que también es invidente, pero lamentablemente murió tras ser impactado por el metro.
A pesar de que había personas alrededor de él, nadie lo ayudó en orientarlo.
Samuel llevaba tres meses colaborando en su trabajo ubicado en el centro de Monterrey, independientemente de su discapacidad, él quería superarse día con día.
El regio vivía con sus padres en la colonia Paraje San José, quien era muy conocido por sus vecinos, que al mismo tiempo exigen justicia. A su vez habitaba también en la colonia Artículo 27 con su abuelita paterna.
Ornelas Mendoza estudió administración de empresas en la Universidad Tecnológica de Santa Catarina, además, era deportista, pues practicaba atletismo e incluso participó en competencias a nivel nacional.
Aunque Samuel se sometió a varias cirugías y tratamientos, el joven ya no quiso volver a entrar a quirófano y decidió continuar con su vida.
Samuel siempre iba acompañado de su amigo cuando salía, quien lo esperaba al bajar del metro, sin embargo, esta vez salió solo y no pudo sentir el límite del andén, cayendo así a las vías.
Muerte de joven invidente en metro se pudo prevenir, pero no hubo empatía: usuarios
Luego de esto, miles de personas compartieron su punto de vista, donde una mujer cuestionó el por qué no recibió ayuda, no solo de los presentes, sino de algún guardia de seguridad.
“¿Y toda la gente de alrededor? Qué horror de personas, no les nace ayudar a otros, que triste”.
“Se supone que a las personas discapacitadas las tiene que ayudar los guardias y ellos a la vez avisarles a los que manejan el metro donde se va a bajar la persona discapacitada, eso siempre se ha hecho".
Por su parte, un hombre compartió una publicación en Facebook donde cuestionaba la “triste realidad” en la que se vive, pues no hubo ayuda de personas, ni guardias al momento de ocurrir los hechos.
“Quiero compartirles mi sentir, mi dolor, siento ganas de llorar porque esto refleja la triste realidad en la que vivimos, fue una persona invidente a la que ni guardias ni personas pudieron ayudarlo”.
“Tanta gente y nadie se tocó el corazón para poder guiarlo un poquito, que mal, que falta de cultura tenemos”.
“Si nadie lo ayudo, mínimo le hubieran dado el paso por su discapacidad, nadie lo va a admitir, pero todos tuvieron la culpa, también la infraestructura que tiene el metro no es la adecuada, qué horror que se tenga que llegar a esto para poner atención a los lugares públicos”.
elmm