San Antonio de Padua es invocado para buscar al ser amado, sí tal y cómo lo reza una canción popular, "ponle una velita al santo del amor". Cada 13 de junio, los devotos católicos le rezan y ante su altar le imploran por una pareja.
De acuerdo con la creencia católica, San Antonio de Padua también es considerado doctor de la iglesia, patrono de los pobres y es aclamado por su don de milagros. Aunque, la mayoría de creyentes recurren a él para que les haga el favor de encontrar una pareja y prosperidad en el amor.
¿Quién fue San Antonio de Padua?
San Antonio de Padua no era originario de Italia, tampoco se llamaba Antonio. De hecho, su nombre real era Fernando de Bulloes y Taveira de Azevedo, nacido en Lisboa en 1195.
A los 15 años ingresó a los Canónigos Regulares de San Agustín, pero 10 años después ingresó a los Frailes Menores Franciscanos, en donde cambió su nombre por el de Antonio, al que se le agregó “Padua” por su estancia en la ciudad italiana en 1220.
San Antonio de Padua es representado con su hábito franciscano y con un Niño Jesús en brazos, ya que fue testigo de su aparición. La iglesia católica lo venera el 13 de junio, fecha en que murió.
¿De dónde nace la tradición de poner a San Antonio de cabeza?
Desde que fue canonizado, a San Antonio de Padua se le consideró patrón de las causas difíciles y de los milagros del amor. Por ello, en su día, la tradición le abre la puerta a un deseo terrenal, es decir, los devotos, especialmente, mujeres le rezan para encontrar pareja.
De acuerdo con el artículo Desde la fe, publicado por la Arquidiócesis de México, San Antonio apoyaba a las mujeres para que se casara. Se dice que él les conseguía una dote, bienes que la familia de la novia aporta para llevar a cabo el matrimonio.
Como muchas mujeres no tenían ese dinero, el santo predicaba para que las personas ricas les apoyaran con el recurso económico. Se cuenta de manera popular que una mujer acudió a la tumba de San Antonio para pedirle ayuda y encontrar el amor. Mientras ella oraba vio al santo en el techo del templo volteando su cuerpo hacia abajo mientras le decía que fuera en su nombre con una persona que le daría el dinero para la dote. La mujer hizo caso a las indicaciones y logró su deseo, de ahí que algunas personas colocan al santo de cabeza.
No obstante, la grey católica rechaza esta práctica, ya que sería una falta de respeto, porque el santo debe venerarse. Hay quienes también 'castigan' al santo quitándole al niño, por lo que la iglesia no recomienda estos actos, en su lugar pide orar y también encomendarse a la Virgen María y San José.
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