La suspensión de festividades religiosas debido al alza de contagios de covid en diferentes entidades del país, no solo afectan a los devotos que no pueden asistir a las iglesias como acostumbran, sino también a los comerciantes de los alrededores.
En el caso de la catedral de San Juan de los Lagos, los comerciantes han dicho sentirse afectados por la baja afluencia de personas. La inversión realizada al surtir para poder ofrecer la variedad de productos como la tradicional cajeta natural y envinada, las cocadas, las natillas, entre otras, parece que este año también se quedarán en el inventario, pues al no tener la presencia de peregrinos no tienen a quién ofrecer sus productos.
Karla Muñoz, comerciante de San Juan de los Lagos, comentó que se han visto perjudicados porque estos días eran las fechas que tenían mejores ventas y ahora con la ausencia de peregrinos el panorama ha cambiado. “Aparte se ve muy triste nuestro pueblo”, dijo.
Martín Sánchez, también comerciante de San Juan de los Lagos, pidió que ya los dejen trabajar. “Estamos aquí tristeando nada más, platicando con las compañeras es todo, pues que ya dejen trabajar a la gente tranquila, con las debidas restricciones que hay, pero ya que nos dejen trabajar”, exclamó.
Los comerciantes se muestran inconformes con la decisión de las autoridades, ya que tienen cerrada la parroquia mientras que los bares sí están operando. Esto les genera molestias, ya que para ellos significa no poder trabajar.
“Me da tristeza que los antros están llenos, conciertos en León, todo está lleno, y las iglesias solas, eso es lo que nos da tristeza, de que hay que cuidarnos, hay que cuidarnos, ya sabemos las maneras virus, se va a quedar no porque no vengan los peregrinos”.
Con las iglesias cerradas y las bajas ventas, estos comerciantes cada vez dudan más en realizar inversiones importantes para poder tener un negocio que sea atractivo para los visitantes.
MEN