Fuerza Aérea Mexicana realiza descargas de agua sobre incendio en Santiago

Telediario sobrevoló la Sierra y observó las maniobras que realizan las aeronaves a más de mil 500 metros de altura.

| Víctor González Garza
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Santiago, Nuevo León /

El incendio en la Sierra de Santiago ha alcanzado los picos más altos de las montañas, por lo que la Fuerza Aérea Mexicana se sumó al frente de ataque con cuatro helicópteros MI-17, los cuales realizan descargas de agua con líquido retardante sobre los lugares donde el fuego avanza a velocidad.

Telediario sobrevoló la Sierra y observó las maniobras que realizan las aeronaves a más de mil 500 metros de altura.

"Siempre que existe una catástrofe natural o de otra índole, tanto la Marina, el Ejército y la Fuerza Aérea participamos con el Plan DN-III-E.

"En este caso, nosotros como Fuerza Aérea proporcionamos el apoyo con estos helicópteros, se llaman MI-17, que nos sirven para hacer transporte de agua y de esta manera contribuir en la erradicación del incendio", explicó el Teniente de Fuerza Aérea Piloto Aviador, Eduardo Robles.

Las aeronaves parten de un helipuerto cercano a la Presa la Boca, para posteriormente cargar 2 mil 500 litros de agua en el helibalde y volar hacia la zona siniestrada a unos 13 kilómetros.

Este martes, la Fuerza Aérea Mexicana hizo sus descargas sobre el camino a La Camotera, donde el fuego se expande con rapidez por el viento.

"Previo a la salida de cualquier aeronave se realiza una reunión pre vuelo, en donde establecemos los patrones de vuelo que vamos a mantener como altitudes, velocidades, tiempos, distancias y las zonas en donde vamos a estar trabajando.

"Procuramos siempre tener un control y un ritmo enfocado en cortar líneas de fuego hacia las direcciones en donde pueda afectar a la población", agregó el Piloto Aviador.

La tripulación está conformada por el comandante de vuelo, el copiloto, el ingeniero de vuelo y el técnico de a bordo. Este último, es el responsable de verter el líquido retardante al agua y desprender el seguro del helibalde para realizar la descarga sobre el fuego.

Aunado a la Fuerza Aérea Mexicana, cuatro helicópteros más también atacan el incendio desde otros frentes con helibaldes de menor capacidad, pero con mayor frecuencia.

Al momento de la descarga, las aeronaves deben descender lo más posible a la zona siniestrada, debido a que, si conservan la altura de mil 500 metros, el agua se evaporaría o tomaría otra dirección, por lo que no haría efecto sobre el incendio.



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