Con 22 grados de temperatura, Sayula amanece sin prisa. El sol cae suave sobre las calles empedradas y el día comienza entre saludos amables, puertas que se abren lentamente y el murmullo tranquilo de uno de los 12 Pueblos Mágicos de Jalisco, renombrado en 2024.
Aquí, el tiempo parece caminar distinto. No corre, acompaña. El centro histórico se llena de vida bajo el papel picado blanco, rojo y verde con figuras de la Virgen de Guadalupe.
Un amanecer sin prisa en uno de los Pueblos Mágicos más antiguos de Jalisco
El kiosco, adornado con nochebuenas, se convierte en punto de encuentro para quienes disfrutan del clima templado. Las bicicletas descansan apoyadas en los portales mientras visitantes y locales capturan postales del municipio fundado en 1547, el segundo más antiguo del estado de Jalisco.
Sayula es historia, gastronomía y leyenda. Así lo resume Luis Francisco Hernández Mejía, corredor de cultura y turismo, quien explica el origen del nombre y la ubicación estratégica del municipio.
“Sayula significa lugar de moscas o de mosquitos… es una mezcla entre purépecha y náhuatl arcaico. Estamos ubicados exactamente a dos horas de Guadalajara y a dos horas de Colima. Estamos en medio de todo.”
La identidad de Sayula también se prueba. Enchiladas semidulces, tamal de ceniza, tatemado, pan dulce y la famosa cajeta orgullo local y poseedora de un Récord Guinness forman parte de una cocina que distingue al sur de Jalisco.
A esta tradición se suma el ponche artesanal de granada, tamarindo o zarzamora, presente en cada fiesta y celebración.
“Es la bebida clásica del sur de Jalisco que antiguamente llevaba alcohol de caña y se utiliza en todas las fiestas.”
La oferta turística es amplia y accesible para todos los bolsillos. Sayula cuenta con nueve hoteles, además de casas de hospedaje y opciones tipo Airbnb, lo que permite recibir tanto a viajeros de paso como a quienes buscan una experiencia más prolongada.
“Contamos con nueve hoteles, desde el más barato hasta el más caro… tenemos una gastronomía muy hermosa, muy rica y muy variada.”
Sayula es tierra de clima cálido y, sobre todo, un lugar ligado para siempre al escritor mexicano Juan Rulfo. Aquí, la literatura se mezcla con la vida cotidiana.
A la par, el municipio resguarda templos emblemáticos como el de la Inmaculada Concepción y el Santuario de la Virgen de Guadalupe, además de tres museos dedicados a la arqueología, la metalistería y el arte sacro.
Pero si hay un relato que atraviesa generaciones es el del Ánima de Sayula. La leyenda cobra vida en un recorrido nocturno en tranvía que culmina con una representación teatral, donde el mito, la fe popular y la memoria oral se funden. El Ánima no es solo una historia: es identidad.
“Si se aparece un ánima, aunque te diga que es buena, no le confíes jamás… y como buen cristiano, lleva la cruz en la mano y un tapón.”
Para conocer Sayula basta un fin de semana: caminar el centro histórico, probar los pajaretes, visitar la fábrica de cajeta, recorrer la Casa de la Cultura y, por la noche, dejarse llevar por el tranvía de leyendas.
Luis Francisco Hernández Mejía, corredor de cultura y turismo
“Los invito a conocer la puerta de entrada al sur de Jalisco, la tierra de Juan Rulfo, la tierra del Ánima, la tierra de la cajeta, de la pitaya y la ciudad de los portales… no se van a arrepentir.”
Sayula despierta despacio, pero deja huella. Un Pueblo Mágico donde el tiempo, la palabra y la leyenda siguen vivos, listo para recibir a quienes buscan algo más que un destino: una experiencia.
KH