El rechazo a la nueva Ley para la gestión integral de residuos ha ido en aumento, debido a las serias consecuencias que los trabajadores de Simeprode señalan en cuanto al procesamiento de basura en al menos 14 municipios.
Y mientras esta reforma avanza en el Congreso de Nuevo León, los inconformes aseguran que representa una privatización del servicio, que podría derivar en desempleo para el personal de la planta.
La protesta del pasado miércoles en el Congreso del estado, es una muestra de los desacuerdos entre los empleados de Simeprode, y las autoridades legislativas.
Sin embargo, en medio de todo esto, durante décadas, cientos de familias que habitan en colonias cercanas a la planta, se han acostumbrado a vivir en medio de malos olores y condiciones que señalan un posible colapso y saturación.
Lo anterior es uno de los reclamos más frecuentes entre los vecinos de colonias como Huertas de San Mario, incluso, en más de una ocasión han levantado la voz para las autoridades.
Pero los olores desagradables consecuencia del procesamiento de basura, no son el único problema.
Aún en medio de estas condiciones, algunos habitantes de estos sectores no ven con buenos ojos un panorama en el que la planta cierre.
En medio de protestas y desacuerdos entre la compañía y las autoridades, quienes habitan cerca de Simeprode se han acostumbrado a las condiciones que involucra vivir a escasos metros de las toneladas de desechos y basura.
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